Eugenio Amézquita Velasco

-El obispo de Celaya, Monseñor Aguilar, insta a los laicos a pasar a la "acción" para transformar la realidad y construir la paz en México.
-"Necesitamos laicos en acción": El Obispo de Celaya subraya la urgencia de la corresponsabilidad activa en la Iglesia.
-La Iglesia no puede concebirse sin "no laicos sin sacerdotes, no sacerdotes sin laicos", afirma Monseñor Aguilar.
-Obispos piden a los laicos leer, estudiar y difundir sus mensajes para que impacten en la vida social y comunitaria.
-El Beato Anacleto González Flores es modelo para los laicos de hoy por su valentía y su osadía cristiana.
-Primera clave de Anacleto: Comunión. Los movimientos laicales deben remar unidos "al mismo rumbo".
-Segunda clave: Formación de líderes con inteligencia crítica y voluntad firme, con una "osadía cristiana".
-Tercera clave: Crear estructuras sólidas que trasciendan lo interno de la Iglesia y se proyecten hacia la sociedad.
-Cuarta clave de Anacleto: Ser fermento social, una presencia activa en la construcción de la paz y la unidad.
-Quinta clave: La acción, donde la oración y la acción son inseparables, como testimonio alegre de esperanza.
-"Hoy, después de este Día del Laico, seamos testigos alegres de la esperanza, pero en acción", cerró Monseñor Aguilar.
-El obispo de la diócesis de Celaya destacó la corresponsabilidad de todos los bautizados para anunciar y actuar en la Iglesia.
-El mensaje del Obispo de Celaya es un llamado a la praxis cristiana: remar juntos en tiempos de crisis social.
-Monseñor Ramón Castro, obispo de Cuernavaca, concientizó en su homilía sobre la corresponsabilidad de todos los bautizados.
-La Iglesia mexicana convoca a los laicos a no quedarse en la contemplación y ser "fermento vivo de unidad y paz".

Durante la clausura del Encuentro Nacional de Laicos, Mons. Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, obispo de la Diócesis de Celaya, lanzó un llamado urgente y directo: “Necesitamos laicos en acción”. Su intervención, marcada por la fuerza de la palabra y el compromiso pastoral, subrayó que la Iglesia no puede concebirse sin la corresponsabilidad entre sacerdotes y laicos, y que el tiempo presente exige valentía, organización y comunión.

Mons. Aguilar recordó que todos los bautizados son responsables de anunciar y actuar en la Iglesia: “No laicos sin sacerdotes, no sacerdotes sin laicos”. Reiteró que el mensaje de los obispos está escrito y disponible, pero requiere ser leído, estudiado y difundido por los fieles para que tenga impacto real en la vida comunitaria.

El obispo de Celaya destacó la figura del Beato Anacleto González Flores, mártir y líder social, como modelo para los laicos de hoy. Señaló cinco claves de su pensamiento. Primero, Comunión, subir todos al mismo barco, movimientos y asociaciones unidos en un mismo rumbo. Segundo, Formación de líderes, inteligencia crítica y voluntad firme, con “osadía cristiana”. Tercero, Estructuras sólidas, organización que trascienda lo interno y se proyecte hacia la sociedad. Cuarto, Fermento social, ser presencia activa en la construcción de paz y unidad. Quinto, Acción, oración y acción inseparables, como testimonio alegre de esperanza.  

El obispo cerró su mensaje con un gesto de celebración y compromiso: *“Hoy, después de este Día del Laico, seamos testigos alegres de la esperanza, pero en acción”*. La respuesta de los asistentes fue inmediata y unánime: “¡En acción!”.

El mensaje de Mons. Aguilar es más que una exhortación. Es un llamado a la praxis cristiana en tiempos de crisis social y violencia. Laicos y sacerdotes están convocados a remar juntos, con comunión, liderazgo y valentía, para transformar la realidad desde la fe. La Iglesia mexicana necesita laicos que no se queden en la contemplación, sino que actúen como fermento vivo de unidad y paz.

Transcripción del mensaje de Mons. Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, obispo de Celaya

Mons. Víctor Alejandro Aguilar Ledesma:
Me da mucho gusto y un saludo con mucho cariño a Mons. Gerardo -Díaz Vázquez, Obispo de Colima-, de la Dimensión Episcopal para los Laicos, saludo a nuestra dimensión, también diocesana, de aquí de Cuernavaca, que hoy pues han preparado este Día del Laico en su séptima edición, y que obviamente el laico tiene como objetivo concientizarnos, como bien lo dijo Monseñor Monseñor Ramón Castro Castro -obispo de Cuernavaca y presidente de la CEM- en la homilía, que el laico, todos los bautizados, miembros de la iglesia, somos corresponsables junto con los sacerdotes, de anunciar y actuar en la iglesia, no laicos sin sacerdotes, no sacerdotes sin laicos.

Pero es importante que en cada época, en el aquí y en el ahora, nos toque, nos ha tocado y nos va a tocar, y como nos ha tocado, ser responsables, como lo dije en el pasado, en el aquí y en el ahora de nuestra historia, y que ahí nos permite el mensaje de los obispos, que quedaron ustedes comprometidos a leerlo, estudiarlo y difundirlo, porque dicen, "es que los obispos no dicen". 

Pues ahí está, pero cuando dicen no lo leen. Pues ahí está, no solamente de palabra, también lo escriben, y también el Día del Laico tiene como objetivo conocer la vida del Beato Anacleto -González-, conocer su pensamiento, lo que escribió, y también dejarnos impulsar por su ejemplo.

Varios libros se han escrito, conveniendo el mensaje, el pensamiento del Beato Anacleto, hay varios escritores, compiladores, y ojalá que también eso los vayan leyendo. Se acuerdan cuando salió este libro de la acción social, ¿Se acuerdan? 

A ver, levanten la mano a los laicos que ya lo leyeron, ahí está el tema. Pues volvemos al mismo tema, este tema es como organizar al pueblo para construir la unidad y la paz social, porque el problema es que siempre analizamos los fenómenos, la realidad, la situación, la violencia, las madres buscadoras, todo esto que ya vimos el tema es cómo vamos a solucionar.

El Beato Anacleto proponía cinco cosas. Primero, hay que encontrar la solución en comunión todos, ya subámonos todos al mismo barco, ya, todos los movimientos, asociaciones, asociaciones laicales subámonos a un mismo barco.

Rememos hacia el mismo rumbo, hagámoslo al mismo tiempo y si podemos con la misma intensidad comunión. 

El Papa León nos dice, la iglesia es comunión o no es nada; segundo, dice el Beato Anacleto, nuestro patrono, digo nuestro, estamos aquí, descendimos, dice él, formación de líderes en dos aspectos, en su inteligencia para ser críticos, los criticones, para ser críticos de la realidad, y en la voluntad, para que tengan carácter para que tengan las agallas.

Lo que decía: la osadía cristiana, tercero, hay que crear estructuras para esto y esa es la intención del Beato Anacleto, generar una bola de miel en efecto, para que todos los laicos, no solo los bonitos hacia adentro de la Iglesia. Ya tenemos que poner la cabeza hacia afuera, para hacer ese fermento que lo dice el Señor y no tener estrategias como la tuvieron los mártires, y por último la acción, oídos a la acción, oración y acción también lo digo con Monseñor Ramón, necesitamos laicos en acción, laicos en que?

Asistentes:
En acción.

Mons. Víctor Alejandro Aguilar Ledesma:
Pues hoy después de este Día del Laico, testigos alegres de la esperanza, pero en? 

Asistentes:
Acción 

Mons. Víctor Alejandro Aguilar Ledesma:
bueno pues muchas felicidades hoy en este Día del Laico, muchas felicidades a todos y muchas gracias.

El Sol de Cuernavaca, en nota publicada el sábado 22 de noviembre de 2025 (https://oem.com.mx/elsoldecuernavaca/mexico/hay-que-bajarle-obispo-de-colima-pide-a-sacerdotes-moderar-discursos-ante-clima-de-violencia-26920027) pone de manifiesto el análisis de la Iglesia Católica mexicana ante la crisis de seguridad nacional se ha tornado pragmático y orientado a la autoconservación, a juzgar por la directriz emitida por Monseñor Gerardo Díaz Vázquez, obispo de Colima y presidente de la Dimensión Episcopal para los Laicos (DELAI). 

Al finalizar el Encuentro Nacional de Laicos que se celebró en la Diócesis de Cuernavaca, Morelos, el jerarca exhortó a los sacerdotes a "moderar discursos" y "evitar ataques directos", una medida cautelar ante el aumento de la violencia que ha alcanzado a miembros del clero.

La instrucción, sintetizada en la frase "hay que bajarle" —expresada por el obispo Díaz Vázquez ante el riesgo de que "quien ha levantado mucho la voz ha sido amenazado"—, evidencia la tensión entre el imperativo profético de la Iglesia y la necesidad de proteger a sus ministros. 

Mons. Díaz Vázquez explicó que la moderación no significa silencio, sino la transformación de las denuncias agresivas en la emisión de "mensajes proféticos" y la generación de propuestas de paz. Este enfoque busca canalizar el descontento, que el obispo considera válido aunque no deba expresarse con violencia, refiriéndose a la situación general del país más que únicamente a la muerte del alcalde Carlos Manzo.

El laicado al frente de la paz

El Encuentro de Laicos se centró en la esperanza para una cultura de paz. Los participantes, a través de un manifiesto del Consejo Nacional de Laicos y el de la Diócesis de Cuernavaca, asumieron un rol de mayor protagonismo al comprometerse a formarse y compartir conocimientos, combatiendo la pasividad que, según su análisis, "incrementa los riesgos que enfrenta la sociedad". Esta visión se materializaría con la Jornada a favor de la paz, actividad que la mayoría de las diócesis y parroquias estaban promoviendo para el domingo 23 de noviembre, visibilizando la acción laical.

Asimismo, la agenda del encuentro reafirmó las posturas sociales tradicionales de la Iglesia. El obispo de Celaya y presidente de la Comisión de la Familia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Víctor Alejandro Aguilar Ledezma, subrayó que se trabajan la defensa de la vida ante las legislaciones que buscan despenalizar el aborto, así como la atención a las nuevas dinámicas de los jóvenes. 

Aguilar Ledezma destacó a la Generación Z como una esperanza para el futuro. Finalmente, el obispo anfitrión, Ramón Castro, hizo un llamado complementario a la acción pastoral, pidiendo dejar de lado el materialismo, proteger a las juventudes y vivir con valores y fe, inspirados en San Lorenzo. #MetroNewsMx