Otra vez: El pediatra celayense Antonio Chaurand avala el aborto

Redacción Editorial/Metro News
-La postura del pediatra y diputado local a favor del aborto enfrenta críticas por incoherencia ética en su rol de pediatra.
-Sectores provida evidencian al diputado de traicionar el juramento hipocrático y ceder a presiones políticas.
-Como presidente de la Comisión de Salud, su apoyo al aborto polariza y tensiona la agenda legislativa.
-Redes sociales señalan a políticos locales de ser agentes que no salvan vidas, sino que legitiman su eliminación.
-La Iglesia advierte que políticos que promueven el aborto podrían quedar fuera de la comunión católica.
La postura del Dr. Antonio Chaurand Sorzano a favor de la despenalización del aborto en Guanajuato genera una profunda tensión entre su rol como pediatra, su función legislativa y los principios éticos que históricamente ha representado. Su posición, aunque argumentada desde la salud pública, ha sido duramente cuestionada por sectores provida que lo acusan de incoherencia moral y de ceder a presiones políticas. Chaurand volvió a tocar el tema al presentar su Primer Informe Legislativo. (https://oem.com.mx/elsoldelbajio/local/diputado-chaurand-afirma-que-despenalizar-el-aborto-en-guanajuato-reduce-riesgos-de-salud-27255578 )
Los argumentos que presenta Chaurand en su Informe Legislativo
Él afirma que “no está a favor del aborto” pero que tampoco quiere que se penalice a la mujer que aborta. En otras palabras, busca diferenciar entre rechazar el aborto como práctica y evitar criminalizar a la mujer que lo realiza. Este planteamiento se presenta como una postura intermedia: no legitima el aborto, pero tampoco lo sanciona penalmente.
Chaurand entra en exposiciones retóricas queriendo convencer que tiene la razón y que su postura es correcta. Pero denota una contradicción discursiva. Decir que no se está a favor del aborto pero al mismo tiempo promover que no haya sanción es, en la práctica, una forma de avalarlo. Si una conducta deja de ser penalizada, se abre la puerta para ver el aborto como algo normal socialmente y aprobado jurídicamente.
Como médico sabe que el aborto implica la eliminación de una vida en gestación. Al retirar la sanción, se transmite el mensaje de que esa vida no merece protección legal. sde la perspectiva médica y pediátrica, esto es incoherente: un pediatra está llamado a proteger la vida desde su inicio.
Chaurand coloca el énfasis en no criminalizar a la mujer, lo cual es comprensible desde un ángulo de salud pública y de justicia social. Sin embargo, el argumento omite al otro sujeto involucrado: el hijo por nacer. La defensa de uno no puede implicar la negación del otro. Chaurand avala el derecho al aborto de una vida humana, pero olvida el derecho de nacer de un ser humano.
Decir que no se está a favor del aborto pero promover que no se sancione es una contradicción: en los hechos, equivale a favorecerlo. La ley protege bienes jurídicos, y si se elimina la sanción, se elimina la protección. Chaurand, como pediatra, sabe que el hijo en gestación es paciente y persona en desarrollo. Defender a la mujer no puede significar invisibilizar al hijo. Si realmente no está a favor del aborto, debería buscar alternativas de apoyo a la mujer en crisis, no la despenalización de una práctica que elimina vidas.
La postura de Chaurand se presenta como “neutral” o “compasiva”, pero en realidad es políticamente estratégica y éticamente contradictoria. Su discurso suaviza el término “aborto” para hacerlo aceptable, pero en la práctica lo legitima. La respuesta más contundente es señalar esa incoherencia: quitar la sanción equivale a avalar la práctica y, viniendo de un pediatra, resulta especialmente problemático.
Sobre si es o no coherente que un pediatra apoye la despenalización del aborto, es obvio que no lo parece, desde la perspectiva ética de la medicina pediátrica. Como pediatra, Chaurand ha jurado proteger la vida desde su inicio. La medicina fetal reconoce al embrión como paciente desde etapas tempranas del embarazo.
Marcial Padilla, director de ConParticipación, lo cuestiona directamente: “¿Qué lo lleva ahora a titubear en la defensa por igual de ambos: de la mujer y de su hijo?” Diversos sectores de la población,, en redes sociales, lo señala de pasar de “médico que salva vidas a verdugo que las elimina”, lo que representa una ruptura simbólica con el juramento hipocrático. (https://www.metronewsmx.com/2025/05/reflexion-de-conparticipacion-para-el.html )
Las implicaciones de la postura de Chaurand
Sobre las implicaciones dada su postura como diputado local, su rol político parece haber modificado su posicionamiento público. Como presidente de la Comisión de Salud del Congreso de Guanajuato, Chaurand tiene influencia directa sobre iniciativas de ley que afectan la vida y salud de los ciudadanos.
Su apoyo a la despenalización del aborto ha sido interpretado como parte de una agenda de Morena, el partido que representa además de que diversos medios y voces provida, no sólo lo han criticado a él, alcalde de Celaya, Juan Miguel Ramírez Sánchez quien también se subió al tema dando su apoyo al aborto, y por ende al mismo Chaurand y fue calificado en redes sociales como “promotor de asesinato de personas”, lo que refleja el nivel de polarización que han generado estas posturas. (https://www.metronewsmx.com/2025/05/califican-de-promotor-de-asesinato-de.html )
No es la primera vez que Chaurand se pronuncia a favor del aborto, y sus declaraciones han sido objeto de análisis crítico. En marzo y mayo de 2025, Metro News y ConParticipación publicaron reflexiones que lo interpelan directamente, recordando su trayectoria médica y familiar ligada a valores tradicionales de la mismas Familias Chaurand en Celaya. Se le señaló de lo que parece ser una incoherencia entre su fe, su profesión y su función pública. La Iglesia Católica ha advertido que políticos que promueven el aborto podrían quedar fuera de comunión. (https://www.metronewsmx.com/2025/05/video-podrian-politicos-catolicos-que.html )
En sus declaraciones, Chaurand argumenta que la despenalización reduce riesgos de salud, pero no aborda el dilema ético de eliminar una vida en gestación.
La postura del Dr. Chaurand es políticamente estratégica pero éticamente conflictiva. Su apoyo al aborto contradice los principios médicos que rigen la pediatría y la medicina fetal. Su cambio de postura parece más influido por la coyuntura política que por una evolución ética o científica.
La crítica que recibe no es solo ideológica, sino profundamente simbólica: representa una fractura entre la medicina que protege y la política que decide quién vive.
Las recientes declaraciones del pediatra y diputado Antonio Chaurand
La postura que afirma que despenalizar el aborto “reduce riesgos de salud” es incoherente cuando se analiza desde la vocación de un pediatra, porque su misión es proteger la vida humana en todas sus etapas, y el aborto implica terminar con esa vida. (https://oem.com.mx/elsoldelbajio/local/diputado-chaurand-afirma-que-despenalizar-el-aborto-en-guanajuato-reduce-riesgos-de-salud-27255578 )
El artículo reporta declaraciones del diputado Antonio Chaurand, quien sostiene que despenalizar el aborto en Guanajuato disminuiría riesgos de salud para las mujeres. Este argumento se enmarca en una visión legal y política que busca justificar la práctica como medida de salud pública. Sin embargo, al confrontarlo con la ética médica —especialmente la pediátrica— surgen contradicciones profundas, tales como la vida como principio absoluto; el aborto no es una “interrupción” sino la eliminación definitiva de una vida humana en gestación.
Un pediatra, cuya vocación es cuidar a los niños, no puede avalar un acto que priva de la vida al más indefenso de ellos: el concebido.
El juramento hipocrático y su significado
Todo médico promete no causar daño ni dar sustancias que provoquen la muerte. Avalar el aborto contradice directamente este juramento, pues el resultado es la muerte de un paciente humano.
El pediatra protege la infancia desde sus primeros días de vida. Reconocer al niño por nacer como paciente es parte de esa coherencia.
Defender la salud de la madre no puede implicar eliminar al hijo; la verdadera medicina busca soluciones que preserven la vida de ambos.
El lenguaje "políticamente correcto" como disfraz
Hablar de “reducir riesgos de salud” oculta la realidad: el aborto no es un tratamiento médico, sino la supresión de una vida. El discurso político suaviza el acto con eufemismos, pero la ética médica exige llamar las cosas por su nombre.
La postura de que despenalizar el aborto es una medida de salud pública no es coherente con la misión de un pediatra. Su deber es defender la vida humana en todas sus etapas, no justificar su eliminación bajo argumentos legales o sanitarios. La verdadera coherencia médica consiste en buscar alternativas que protejan tanto a la madre como al hijo, honrando el juramento hipocrático y la dignidad de la vida. #MetroNwsMx