José Cárdenas/Radio Fórmula/Redacción Editorial Metro News

-Estados Unidos exhibe que las prisiones mexicanas son un mito, donde el Marro opera con total libertad y mando criminal.
-El sistema penitenciario es frágil y corrupto, permitiendo que líderes delictivos mantengan control vía teléfonos y abogados.
-El huachicol ya es la segunda fuente de ingresos para los cárteles, afectando intereses energéticos de empresas extranjeras.
-La guerra entre Santa Rosa de Lima y el CJNG convirtió a Guanajuato en el epicentro de la violencia homicida por cinco años.
-El Cártel de Santa Rosa de Lima no solo es una célula criminal; ha construido una base social mediante despensas y obras.
-Washington corrige su error de haber ignorado al Marro, enfocándose ahora en el huachicolero más sanguinario de México.
-La alianza criminal entre el Marro y funcionarios corruptos de Pemex fue la mina de oro que cimentó su poder en Guanajuato.
-David Saucedo advierte que el siguiente paso es detener a los políticos y policías que protegen al Cártel de Santa Rosa de Lima.
-El uso de barcos cisterna para el contrabando de combustible hacia México revela la magnitud transnacional del huachicoleo.
-La posible extradición del Marro surge como una petición del gobierno mexicano ante la incapacidad de contenerlo en prisión.

La reciente sanción del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos contra José Antonio Yépez Ortiz, alias el Marro, es más que un movimiento financiero; es una bofetada de realidad a la soberanía de papel que presume el sistema penitenciario mexicano. El hecho de que un hombre recluido en un penal de supuesta alta seguridad en Durango siga moviendo los hilos de una organización tan mortífera como el Cártel de Santa Rosa de Lima, deja en claro que en México los muros de las prisiones son permeables al dinero y a la corrupción.



Lo que David Saucedo y José Cárdenas exponen es una sinergia perversa donde el crimen organizado no solo compite con el Estado, sino que lo suplanta. Mientras el Marro financia obras públicas, entrega despensas y electrifica comunidades en el Bajío, el gobierno federal parece observar desde la barrera una gobernabilidad que se le escapa entre las manos. Esta base social, alimentada por el huachicol, es el blindaje más fuerte del cártel, mucho más efectivo que cualquier anillo de seguridad policial.

La farsa de la máxima seguridad queda expuesta cuando la inteligencia extranjera debe intervenir para señalar lo que es obvio en territorio nacional: las prisiones federales se han convertido en despachos corporativos. La justicia en México parece detenerse en la captura, permitiendo que el mando criminal permanezca intacto. Si la única solución viable es la extradición, el Estado mexicano estaría admitiendo su incapacidad absoluta para ejercer su propia ley dentro de sus propias cuatro paredes. La pregunta es incómoda pero necesaria: ¿Cuántos Marros más despachan hoy desde una celda con la complicidad de quienes deberían vigilarlos?

La transcripción de la entrevista a David Saucedo por parte de José Cárdenas, de Grupo Fórmula

José Cárdenas: 
Vamos con David Saucedo. David, estamos conectados contigo. Muchas gracias por acompañarnos una vez más en este espacio de Grupo Fórmula. Dábamos hace un rato una nota acerca del Departamento de Justicia de Estados Unidos que está sancionando nuevamente al líder del cártel de Santa Rosa de Lima. Lo acusan de seguir operando en perjuicio de Estados Unidos desde la prisión donde se encuentra recluido, que se entiende es una prisión de alta seguridad en Durango. David Saucedo, ¿cómo ves esta situación?

David Saucedo: 
Finalmente los norteamericanos, por la vía de este decreto, lo que están haciendo es poner el énfasis en el combate ya no solo de los grupos criminales dedicados a la producción y comercialización de drogas, sino también a aquellos grupos que se dedican a la extracción de combustible de los ductos de Pemex. Todo esto comenzó con la identificación de barcos cisterna que desde los Estados Unidos estaban llevando huachicol fiscal hacia México, contrabando de combustibles. De acuerdo con este comunicado que se dio a conocer el día de hoy, los Estados Unidos consideran que las actividades criminales de estos grupos ya es su segunda fuente de ingresos para varios grupos criminales y además están afectando los intereses de empresas norteamericanas dedicadas a la producción de gasolina y también de gas. 

De ahí que en el caso de José Antonio Yépez, que se convirtió en una organización emblemática durante esa cruzada que dio el presidente Andrés Manuel López Obrador en contra del robo de combustible de PEMEX, después de la captura él siguió operando desde la cárcel y llegó a hacer alianzas con otros grupos criminales y empezó a combatir con ferocidad al cártel Jalisco Nueva Generación. Hasta el momento los norteamericanos únicamente habían dirigido su atención hacia el cártel Jalisco Nueva Generación y habían descuidado este otro flanco. Es decir, combatiendo al cártel Jalisco lo que hicieron fue permitir que el cártel de Santa Rosa de Lima y otras organizaciones huachicoleras del estado de Querétaro se expandieran y crecieran. 

Finalmente están corrigiendo este error. Tengo entendido, de acuerdo con información que el propio gobierno de México, el gobierno federal y el gobierno de Guanajuato solicitaron a los norteamericanos que pusieran la lupa sobre el cártel de Santa Rosa de Lima, esto con la posible extradición en un mediano plazo de José Antonio Yépez, alias "El Marro".

José Cárdenas: 
Sí, de José Antonio Yépez Ortiz, alias "El Marro". Pero lo que llama la atención es cómo la autoridad nacional carcelaria no ha actuado en consecuencia porque no me digas que no lo saben.

David Saucedo: 
Totalmente, tienes toda la razón. Lo que sucede es que tenemos un sistema penitenciario sumamente frágil y corrupto. No solo José Antonio Yépez, sino otros líderes criminales de alto perfil desde prisión siguen teniendo el contacto y el control de sus respectivas organizaciones vía los abogados, vía los familiares, incluso con comunicaciones que tienen con aparatos de telefonía celular que en teoría no tendrían por qué tener. 

Siguen dando instrucciones a sus estructuras delictivas. El caso del cártel Santa Rosa de Lima es un poco distinto porque no solo cuenta con una estructura delictiva, sino también con una auténtica base social de apoyo. Es decir, que en el tiempo el cártel de Santa Rosa de Lima echó raíces en esta región del Bajío financiando obras de infraestructura, alimentando, electrificando, entregando despensas tal y como hace el cártel de Sinaloa.

José Cárdenas: 
Claro, buscando apoyo popular, soporte popular, que es lo que permite el crecimiento y la operación de los cárteles, entre otras cosas además claro de la corrupción y de la complicidad con autoridades.

David Saucedo: 
Así es. Como en ocasiones han criticado con severidad a las autoridades cuando no hacen su papel, me parece que este es un buen éxito, un logro que finalmente se haya reconocido que los grupos de huachicoleros también significan una amenaza para la seguridad de México y de los Estados Unidos. 

El siguiente paso tendría que ser la detención de los alcaldes, jefes policiacos y legisladores en el estado de Guanajuato que respaldan al cártel de Santa Rosa de Lima y le han armado un anillo de protección política y policial que permite la continuidad de esta organización delictiva.

José Cárdenas: 
David Saucedo, ¿Cómo surge este cártel de Santa Rosa de Lima? Porque tiene asolado el estado de Guanajuato en casi su totalidad, aunque hay otros grupos que están interesados en entrar a disputar territorio, pero el cártel Santa Rosa de Lima es muy poderoso desde hace varios años.

David Saucedo: 
Es una organización que comenzó dedicándose a la extorsión y al cobro de derecho de piso. De ahí migraron a la venta de drogas al menudeo en una alianza que establecieron con mafias del estado de Michoacán para la comercialización del cristal azul y posteriormente con una asociación, una sinergia criminal que establecieron con funcionarios corruptos de Pemex que encontraron esta mina de oro que era extraer combustible de la refinería de Salamanca y después de los ductos de Pemex. 

Cuando inicia el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se lanza esta cruzada contra el huachicol y es cuando el cártel de Santa Rosa de Lima finalmente operaba de manera anónima. Se enfrentó con el cártel Jalisco Nueva Generación que invadió el estado de Guanajuato. Esta organización criminal tenía el control en su momento de mayor fuerza quizá de unos veinte o veinticinco municipios en todo el estado de Guanajuato. Actualmente el cártel de Santa Rosa de Lima sigue dedicándose a la extracción de combustible de los ductos de Pemex, aunque ha incrementado su actividad en su portafolio delictivo con el cobro de derecho de piso en varias regiones de Guanajuato.

José Cárdenas: 
Pues muchas gracias. Muchas gracias por comentarnos este asunto y la dimensión que tiene realmente el cártel Santa Rosa de Lima que tiene conflicto con el cártel Jalisco Nueva Generación. El de Santa Rosa de Lima pues es uno de los cárteles más mortíferos de México sin agravio a los demás, ¿no?

David Saucedo: 
Desde luego. Durante cuatro o cinco años consecutivos esta guerra entre el cártel de Lima y el cártel Jalisco Nueva Generación colocó a Guanajuato como el estado del país de mayor violencia homicida. Esto finalmente empieza a cambiar en parte por la buena sinergia que han establecido por un lado la gobernadora Libia Dennise y por otro lado el equipo de Omar García Harfuch.

José Cárdenas: 
Muchas gracias, David Saucedo. Gracias por permitirnos este comentario. Gracias, Pepe, te mando un abrazo. Igualmente, gracias. David Saucedo es consultor en materia de seguridad. El cártel de Santa Rosa de Lima fue sancionado por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Anunció sanciones justamente porque sigue operando este hombre José Antonio Yépez Ortiz, alias El Marro, desde la prisión de alta seguridad en Durango donde se encuentra recluido.
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