Eugenio Amézquita Velasco
Un cartel colocado en el acceso del balneario del ojo del Agua, prendió la chispa entre los tarandacuenses. El texto del cartel señala: "Aviso. Se hace del conocimiento del conocimiento de los usuarios de Ojo de Agua "propiedad" del "Ejido Tarandacuao" que a partir del mes de septiembre, se cerrará este manantial por tiempo indefinido, debido a las agresiones, faltas de respeto hacia el personal y al reglamento del balneario. Atte: La Administra".
Esto despertó una ola de comentarios en redes sociales, tanto en páginas como en grupos en esta parte del sureste del estado de Guanajuato así como en el turismo asiduo a este sitio.
¿Qué es el Ojo de Agua de Tarandacuao?
El Ojo de Agua de Tarandacuao es un manantial de aguas cristalinas ubicado en el municipio de Tarandacuao, al sureste del estado de Guanajuato. Más que un atractivo natural, representa un símbolo de identidad, memoria y convivencia para la comunidad local. Forma parte de la región hidrológica Lerma-Chapala, y sus aguas provienen de corrientes subterráneas conectadas al río Lerma.
- Está rodeado por ahuehuetes centenarios, que han crecido gracias al flujo constante del manantial, creando un entorno de sombra y frescura. El ahuehuete (Taxodium mucronatum) es oficialmente reconocido como el árbol nacional de México. Esta designación se hizo en 1921, durante la conmemoración del centenario de la independencia, en reconocimiento a su belleza, longevidad, dimensiones colosales y profundo arraigo cultural
- El sitio cuenta con instalaciones recreativas como jardines, palapas, regaderas, asadores y áreas de descanso familiar.
- El acceso es público, con una cuota simbólica de 30 pesos para adultos y 20 para niños, destinada al mantenimiento del lugar.
El nombre “Tarandacuao” ha sido interpretado popularmente como “lugar por donde entra el agua”. Desde tiempos prehispánicos, el manantial ha sido fuente de vida para las comunidades indígenas de la región, incluyendo grupos Chupícuaro, Otomí y Purépecha.
Durante décadas, el Ojo de Agua ha sido un espacio de recreación popular, especialmente en temporadas como Semana Santa, cuando recibe visitantes de todo el estado. También se asocia con leyendas locales, como la creencia de que el manantial se secaría si se rompía la armonía comunitaria.
Es considerado el principal atractivo turístico de Tarandacuao, y su cierre o deterioro impactaría directamente en la economía local.
El análisis de los comentarios tras el aviso de cierre en septiembre
Al efectuar un análisis detallado de los comentarios generados por el anuncio del cierre del Ojo de Agua en el Ejido Tarandacuao revela una profunda fractura entre la comunidad usuaria, los administradores ejidales y las autoridades locales.
-Hay indignación comunitaria y reclamo de propiedad colectiva
Varios usuarios, como Jesús Cervantes, Alicia Guijosa y Juan Luis, expresan que el manantial pertenece al pueblo y no a un grupo reducido de ejidatarios. Se cuestiona la legitimidad del cierre y se propone que el gobierno intervenga para devolver la administración al municipio, como ocurrió en el pasado.
Este bloque argumenta que el ejido tiene funciones administrativas, pero no puede apropiarse de un recurso natural que consideran de uso público.
“No puede ser que los intereses de unos cuantos puedan más que el pueblo…” – Jesús Cervantes
“El agua es propiedad de la Nación… aquí en Taranda manda el pueblo” – Aly Morales
-Propuesta de acción ciudadana
Juan Luis y Mariana Silva promueven la organización pacífica mediante la recolección de firmas para exigir que el Ojo de Agua regrese a manos del ayuntamiento. Se apela a la memoria histórica y a la participación comunitaria como vía legítima para revertir el cierre.
-“Hay que juntar firmas para que regrese a la administración del municipio como antes” Juan Luis
“Ya hay que hacer huelga por lo que es del mismo pueblo” – Maguii García
-Crítica a la administración ejidal y al personal
Diversos comentarios señalan actitudes prepotentes, groseras o arrogantes por parte del personal que administra el balneario. Se sugiere que las agresiones mencionadas en el aviso podrían haber sido provocadas por malos tratos, lo que genera una percepción negativa hacia quienes operan el lugar.
“Esas empleadas del Ojo de Agua tienen modos bien culeros de tratar a la gente” – Chelmiis Villagomez
“No se habla de lo déspota que es el personal que trabaja ahí” – Jessica Hernández
-Defensa del cierre y llamado a la corresponsabilidad
Resendiz Agel y Ernestina Rodríguez Morales defienden la decisión de cerrar temporalmente el balneario, argumentando que los usuarios no respetan el reglamento, no recogen su basura y no protegen al personal cuando hay agresiones. Se exige un cambio de actitud por parte de los visitantes.
“Ustedes no batallan pero sí que quieren chingar… quieren un lugar limpio y seguro pero sólo opinan” – Resendiz Agel
“La mayoría no cumple con las reglas… se requiere un cambio de actitud” – Ernestina Rodríguez Morales.
-Impacto económico y social
Clarissa Albarrán y María Dolores Arriola advierten que el cierre del Ojo de Agua afectará el turismo y la economía local. Se señala que el manantial es fuente de ingresos y abastecimiento de agua potable para comunidades cercanas, por lo que su clausura genera preocupación.
“El cierre afectará a la economía” – Clarissa Albarrán
“¿Y si cierran el Ojo de Agua de dónde van a abastecerse las comunidades?” – María Dolores Arriola
-Confusión jurídica y propiedad ejidal
Alicia Guijosa aporta una explicación sobre la figura del ejido como persona moral con patrimonio propio, pero aclara que los ejidatarios no son propietarios individuales. Esta intervención busca precisar los límites legales de la administración ejidal frente a bienes de interés público.
- “El ejido no es un conjunto de tierras individuales… los ejidatarios tienen derechos de uso, no de propiedad” – Alicia Guijosa
-Polarización y desgaste social
El tono de varios comentarios refleja una polarización creciente entre quienes defienden el cierre y quienes lo rechazan. Hay acusaciones, sarcasmo, descalificaciones y una evidente falta de diálogo entre las partes. La ausencia de una mediación institucional agrava el conflicto.
“Así es como muerden la mano que les da de comer” – Susy Gómez
“Tu como lo entiendas” – María Dolores Arriola
Conclusión a este análisis de comentarios
El cierre del Ojo de Agua ha detonado un conflicto que va más allá de una medida administrativa: revela tensiones históricas sobre la propiedad del agua, la gestión ejidal, el papel del gobierno y la cultura del uso comunitario. La falta de transparencia, comunicación efectiva y mediación institucional está generando un desgaste social que podría escalar si no se atiende con prontitud. #MetroNewsMx
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