Redacción Editorial
Al finalizar la semana, otra vez la administración del alcalde Juan Miguel Ramírez Sánchez intenta darle la misma y sobada historia a los celayenses: que en Celaya las cosas van mejorando en materia de seguridad.
Sin embargo, dos notas de El Sol del Bajío se contradicen en el núcleo de su narrativa institucional. Una sostiene que las denuncias por extorsión aumentaron y lo atribuye a “mayor confianza ciudadana” en las autoridades, mientras que la otra afirma que los delitos de extorsión bajaron 80% por acciones policiales.
La primera es verosímil solo en la superficie: que aumenten denuncias no prueba, por sí mismo, que exista más confianza; faltan encuestas de percepción, trazabilidad de las denuncias -¿a qué modalidades de extorsión se refieren?-, y evidencia de mejoras en la respuesta institucional que justifiquen ese salto. Sin ese andamiaje, es una interpretación conveniente, no una conclusión demostrada. (https://oem.com.mx/elsoldelbajio/local/aumentan-denuncias-por-extorsion-en-celaya-autoridades-atribuyen-alza-a-mayor-confianza-ciudadana-27347987 )
La segunda es más débil: una baja del 80% en extorsión, sin cifras oficiales desglosadas, metodología y periodos de comparación, suena a afirmación política y no a dato verificable. En un tema con cifra negra alta y diversidad de modalidades -telefónica, presencial, cobro de piso-, una variación tan drástica exige transparencia que no aparece en la nota. (https://oem.com.mx/elsoldelbajio/local/delitos-de-extorsion-han-bajado-un-80-asegura-director-de-policia-en-celaya-27313297 )
En conjunto, las dos declaraciones compiten entre sí: si de verdad bajó la extorsión 80%, el aumento de denuncias tendría que explicarse con precisión -por ejemplo, denuncias diferidas, cambios en tipificación, variaciones por modalidad-; si suben las denuncias, lo más probable es que haya mayor incidencia, no menor, salvo que se demuestre lo contrario con datos públicos y comparables.
Esta tensión erosiona la credibilidad de ambas posturas al carecer de sustento empírico claro.
Contexto de violencia en la semana y su impacto en la credibilidad
Durante la semana que termina, diferentes medios reportaron ataques armados y homicidios en Celaya: hechos en la Central de Abastos, una vulcanizadora y en vialidades como avenida El Sauz. Aunque cada evento tiene su propia cronología y detalles, el cuadro general es el de una violencia sostenida que convive con mensajes oficiales de “confianza” y “reducción” de delitos.
Ese contraste entre comunicación institucional y realidad percibida —gente que es atacada en espacios de trabajo y tránsito diario— mina la aceptabilidad de cualquier afirmación de mejora que no venga con datos auditables, trazabilidad de casos, y resultados concretos en investigación y sanción. (https://www.infobae.com/mexico/2025/12/18/ataque-armado-sorprende-a-vendedores-en-central-de-abastos-de-celaya-reportan-dos-muertos-y-un-herido-video/; https://oem.com.mx/elsoldelbajio/policiaca/asesinan-a-balazos-a-dos-hombres-en-el-mercado-de-abastos-en-celaya-27327608; https://oem.com.mx/elsoldelbajio/policiaca/ataque-armado-en-vulcanizadora-deja-a-un-hombre-muerto-en-av-constituyentes-celaya-27316827; https://oem.com.mx/elsoldelbajio/policiaca/hombre-es-atacado-a-balazos-mientras-circulaba-por-la-av-el-sauz-celaya-27346187 )
Percepción, estadísticas y el riesgo de “maquillar” la realidad
Hay un patrón que distintos análisis editoriales han señalado: el uso de indicadores favorables de percepción o de recortes selectivos para comunicar “mejoras” en seguridad mientras la violencia letal se mantiene en niveles altos. Se ha documentado, por ejemplo, que la percepción de inseguridad reportada por ENSU bajó de 91.3% a 88.3% en un trimestre reciente, al tiempo que se registraban múltiples homicidios en una semana, un contraste que expone el límite de las métricas de percepción cuando no se acompañan de resultados sustantivos en reducción de violencia y extorsión. Este tipo de disonancias, si no se explican con metodología y datos abiertos, refuerzan la idea de que se busca “maquillar” con estadística una herida que sigue sangrando. (https://www.metronewsmx.com/2025/11/celaya-cuando-la-estadistica-maquilla.html )
Análisis profundo y crítico final
Lo que se desprende del conjunto de notas y reportes es una narrativa institucional que persigue proyectar confianza y control por parte de la administración municipal encabezada por el alcalde Juan Miguel Ramírez Sánchez, pero que tropieza con tres déficits: falta de evidencia empírica robusta, contradicciones internas y un entorno violento persistente que no se puede negar.
En materia de extorsión, la ecuación oficial es endeble: atribuir el aumento de denuncias a “mayor confianza” sin encuestas ni mejoras demostrables en atención a víctimas, y asegurar una baja del 80% sin metodología pública, deja a la ciudadanía ante palabras que no pasan la prueba de verificación.
En materia de violencia, los ataques y homicidios reportados esta semana en espacios de trabajo y tránsito cotidiano desarman el discurso de mejora si no se presentan investigaciones concluidas, detenciones efectivas y desarticulaciones verificables.
Cuando el relato de confianza y reducción convive con la continuidad de la violencia y la ausencia de datos abiertos, el resultado es una pérdida de credibilidad institucional y la sensación de que la estadística, usada selectivamente, intenta suavizar una realidad que exige transparencia, rendición de cuentas y resultados medibles. (https://www.metronewsmx.com/2025/11/celaya-cuando-la-estadistica-maquilla.html ). #MetroNewsMx

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