Aristegui Noticias/Redacción Editorial Metro News
-Los bienes nacionales y los impuestos de los mexicanos, usados para pagar campañas de candidatos de izquierda en el extranjero, con AMLO y con Sheinbaum
-Hay un doble discurso de Sheinbaum. Mientras dice que no interviene en asuntos de otros países, en la práctica sí lo hace y con dinero que debiera aplicarse en favor de los mexicanos.
-La política exterior mexicana se define por una "solidaridad mutua" con gobiernos ideológicamente afines como Venezuela y Cuba.
-El apoyo del Gobierno mexicano a partidos y candidatos en el extranjero incluye el envío de "millones de dólares" y petróleo a Cuba.
-México está apoyando clara y abiertamente al Gobierno de Nicolás Maduro, creyendo que no hubo fraude y que el pueblo está con el chavismo.
-La cancillería mexicana recurre a la "autodeterminación de los pueblos" como un "cántico mundano" para no decir su postura real de apoyo a Maduro.
-El Gobierno de México ha querido "llegar ya al punto de la ruptura de relaciones diplomáticas" para intervenir en asuntos de Perú y Ecuador.
-En la reciente elección de Honduras, México supuestamente apoyó con "mucho dinero y muchos recursos a la candidata perdedora" del oficialismo.
-La política en Honduras fue una "guerra por encargo" indirecta entre el gobierno mexicano (apoyando a un partido ligado a Venezuela) y Donald Trump (apoyando a la extrema derecha).
-México, bajo el Gobierno de López Obrador, es un refugio para espías rusos, permitiendo que continúen sus actividades a pesar de las advertencias de Washington.
-El emplazamiento de espionaje ruso en México opera con el beneplácito del Gobierno, junto con autoridades y elementos de seguridad de Cuba.
-El intervencionismo en Venezuela no es solo de USA, sino de China, Rusia, Irán, Hezbolá, Hamás y guerrilleros de Colombia, que operan política y económicamente.
-La alianza entre el chavismo/madurismo y Morena es "muy fuerte", con el Embajador de México en Caracas actuando como militante del partido chavista en actos públicos.
-La centralización del poder, la eliminación de contrapesos y el barrer con la Fiscalía autónoma están construyendo una "dictadura" en México, un modelo autocrático.
-La estrategia de México de "sacar lo más posible del TEMEC" y ser amigo de los adversarios de USA (Rusia, Cuba, Venezuela) es un "engaño" inaceptable.
-México tiene una política exterior "vergonzante" y de simulación, fingiendo ser factor de equilibrio cuando ya es "parte del lodazal" y del conflicto.
-México ha perdido la "autoridad moral" para exigir una conducta distinta a USA, al estar construyendo una autocracia interna y defendiendo a autócratas de América Latina.
México atrapado entre simulación y la autocracia
En entrevista de Carmen Aristegui con el exembajador de México en Cuba, Ricardo Pascoe, pone al descubierto cómo el dinero de México sostiene campañas políticas en países como Perú y Honduras, y las manos de Venezuela, cargadas de dinero, han entrado a México para apoyar a un partido político llamado Morena, en una clara intervención extranjera en los asuntos que sólo competen a México y a los mexicanos, es decir, una auténtica traición a la Patria.
La política exterior de México ha entrado en una fase de "solidaridad mutua" con gobiernos ideológicamente afines como los de Venezuela y Cuba, un alineamiento que, según analistas, se traduce en un apoyo "abierta y claramente" al gobierno de Nicolás Maduro. Este respaldo se da en un contexto de negación, donde la cancillería mexicana evita expresar su verdadera postura recurriendo al trillado principio de la "autodeterminación de los pueblos". Esta conducta es calificada de "vergonzante" al contrastarse con la posición que el país ha adoptado frente a otras naciones, como Perú y Ecuador, donde México ha buscado "llegar ya al punto de la ruptura de relaciones diplomáticas" para intervenir en sus asuntos internos.
El apoyo político-ideológico se extiende a lo financiero. Se afirma que el Gobierno de México ha recurrido al presupuesto público, nunca divulgado, para apoyar a las corrientes ideológicas del partido en el poder, señalando que México ha enviado "millones de dólares" y petróleo a Cuba y que recientemente hizo lo propio con la candidatura perdedora del oficialismo en Honduras. Esta injerencia en Honduras es descrita como una "guerra por encargo" que evidenció una confrontación indirecta entre los intereses del Gobierno mexicano, alineado con el eje Cuba-Venezuela-Nicaragua, y los de Donald Trump, que apoyaba a un candidato de la extrema derecha.
La identidad ideológica del actual Gobierno mexicano ha tenido graves repercusiones en temas de seguridad nacional y alianzas internacionales. Se constata la "presencia inaudita de un emplazamiento de espionaje ruso" en el país, que opera con el beneplácito del Gobierno junto con elementos de seguridad de Cuba. Esta situación persiste a pesar de las reiteradas advertencias de Washington, que identificaron a México como refugio de espías rusos. El presidente mexicano desestimó públicamente esta información, aunque sus principales asesores la habían recibido. El analista subraya que la alianza entre el chavismo/madurismo y Morena es "muy fuerte", ejemplificada en el comportamiento del embajador mexicano en Caracas, quien actúa como militante del partido chavista en eventos públicos.
Finalmente, la editorial plantea la urgencia de que México defina su postura. El país no puede seguir fingiendo ser un factor de equilibrio en el escenario global mientras busca obtener beneficios del T-MEC y, al mismo tiempo, ser el "mejor amigo de los adversarios de Estados Unidos y Canadá", como Rusia, Cuba y Venezuela. Este doble juego, centrado en el oscuro objeto de deseo del acuerdo comercial, se sustenta en una política exterior de simulación que "no engaña a nadie".
El problema de fondo no solo es externo, sino interno: la centralización, la eliminación de contrapesos y el intento de barrer con la Fiscalía autónoma están perfilando la construcción de una "dictadura" o un modelo "autocrático" en México. Esta ruta le resta al país la "autoridad moral" para exigir una conducta distinta al gran país del norte. Urge un replanteo a fondo del modelo de construcción de país hacia una democracia real y eficaz.
La entrevista entre Ricardo Pascoe Pierce, exembajador de México en Cuba y Aristegui
Carmen Aristegui:
Aprecio mucho que esté aquí en este momento de la transmisión a Ricardo Pascoe. Ricardo Pascoe, entre otras muchas cosas, fue Embajador de México en Cuba y bueno, pues es un agudo analista y seguidor de los temas internacionales, entre otras cosas. Ricardo, gracias por tomar la comunicación esta mañana y hablar del tema. Bienvenido, ¿cómo estás?
Ricardo Pascoe:
Muchas gracias, Carmen, un gusto estar contigo.
Carmen Aristegui:
Igualmente, Ricardo. ¿Qué te dice el "Sin Comentarios" y qué te dice el contexto en que se da esta frase?
Ricardo Pascoe:
Bueno, yo creo que no hay mucho misterio en este asunto de Venezuela y México, Carmen. Yo creo que ha habido un efecto de solidaridad mutua entre, digamos, el movimiento de Hugo Chávez, el Partido Socialista Unificado de Venezuela y Morena en México. Y esa identidad política ideológica se transforma ahora en que ambos partidos son gobierno y se apoyan mutuamente, y en este caso, México está apoyando abierta y claramente al gobierno de Venezuela. Y sin embargo, la manera en que lo hace es una forma vergonzante, Carmen, porque no se atreve realmente a decir cuál es la posición de México, recurre ahora al trilladísimo la autodeterminación de los pueblos, cuando en muchos otros casos, tú lo has mencionado, México ha querido incluso llegar ya al punto de la ruptura de relaciones diplomáticas para seguir interviniendo internamente en los asuntos de Perú, de Ecuador, y de alguna manera, incluso en Honduras, porque el gobierno de Claudia Sheinbaum apoyó con mucho dinero y muchos recursos a la candidata perdedora, al parecer, por todo lo que se recuenta en las recientes elecciones, que, por cierto, provocó una especie de enfrentamiento indirecto, estas famosas guerras por encargo, como les llaman, entre Trump y Claudia, porque Claudia apoyó abiertamente al partido de la presidenta saliente, partido ligado también a Venezuela, a Cuba, Nicaragua, y Trump apoyó a un candidato suyo de la extrema derecha. Entonces, dieron la pelea, se enfrentaron y bueno, eso resultó que Honduras fue una prueba de la confrontación por proximidad entre Estados Unidos y México. Y Venezuela es lo mismo, Carmen.
Carmen Aristegui:
Carmen, detenme un segundo aquí sobre Honduras. Tú estás afirmando que hubo recursos para apoyar a la candidatura del oficialismo en Honduras, del gobierno mexicano. Sí. ¿Por qué lo afirmas absolutamente?
Ricardo Pascoe:
A mí me lo han comentado gente de Morena que no están de acuerdo con lo que está haciendo su gobierno y la manera en que han apoyado incluso a la candidatura de allá, por razones internas de conflicto en Morena, porque ya ves que Morena ahora es como si existieran varios partidos, varias corrientes ideológicas y varias posiciones al interior, pero oficialmente sí.
Carmen Aristegui:
Hay dos ángulos del asunto. Desde luego que vino días antes de la elección, desde luego la recibió la Presidenta mexicana a Xiomara Castro. Eso ocurrió a la luz del sol. La propia Presidenta, bueno, pues hizo un reforzamiento a la figura de Xiomara que no sirvió de mucho porque quedó en tercer lugar, lejísimos de los dos contrincantes que están peleando milímetro a milímetro. Pero ese es un punto público, pero recursos para apoyar una candidatura oficial de Honduras es otra cosa.
Ricardo Pascoe:
Sí, pero Carmen, a ver, realmente, tenemos que entender que esto así es como está haciendo la política en el mundo. O sea, los gobiernos apoyan a los partidos o los gobiernos que son afines ideológicamente y en realidad lo razonable sería no escandalizarnos, sino aceptarlo, entenderlo y saber que es así. Yo comenté contigo en algún momento, y tú, bueno, correctamente me cuestionaste mi afirmación, pero Chávez apoyó a Morena cuando Morena estaba en la pelea por la Presidencia e hizo lo mismo, exactamente lo mismo, y en realidad nadie debiera escandalizarse de que unos apoyan a otros, incluso con millones de dólares, que es lo que hizo recientemente México con Honduras. ¿Por qué? Porque las campañas cuestan y cuesta comprar votos, y esto ya es parte de la naturaleza misma de la perversión de nuestros procesos electorales. Entonces, pues sí. Y la alianza entre el chavismo o madurismo y Morena es muy fuerte. Nuestro embajador en Caracas, pues un día es militante de Morena y al día siguiente es militante del Partido Socialista Unificado de Venezuela en eventos públicos, gritando a voz en cuello a favor de Maduro. Ese es nuestro embajador. Y es prácticamente lo mismo con nuestro embajador, por cierto, en Moscú, según se ha revelado recientemente, de que está haciendo un gran esfuerzo por fortalecer la presencia de Rusia aquí, en términos del proyecto de intervención y apoyo a Morena y la corriente ideológica que representa. Y nuestro embajador en Nicaragua hace exactamente lo mismo. En menor escala, lo que quiero decir, bueno, y todos los envíos de petróleo y dinero en efectivo, entre otras cosas, muchas otras cosas, a Cuba. Es decir, esto es ya parte de la política internacional y hay que asumirlo. Hay una parte del presupuesto público, nunca divulgado, que sirve para apoyar a las corrientes ideológicas del partido en el poder y es lo que estamos viendo en el caso de Venezuela.
Ricardo Pascoe:
Entonces, cuando la Presidenta calla o repite mundanamente el cántico de la no intervención, simplemente está no queriendo decir lo que realmente opina, y lo que opina es que México apoya a Maduro, cree que no hubo fraude electoral y que el pueblo está con el gobierno de Maduro y en contra de María de la señora Corina y lo que ella representa como corriente política en Venezuela y en América Latina. Porque entonces la discusión es si están recibiendo apoyo de Estados Unidos. Vi una entrevista en la BBC de Londres con esta María Corina, donde ella dijo: "Bueno, si quieres hablar de intervencionismo, hablemos de la intervención de Rusia, de China, de Irán en Venezuela, que todos están ahí y todos operan política y económicamente. Pero no solamente ellos, está Hezbolá, está Hamás, están los guerrilleros que vienen de Colombia y se atrincheran en nuestro país, están todos los grupos de narcotraficantes y además los criminales". Entonces, si vamos a hablar de intervencionismo, vamos a hablar en serio de lo que está ocurriendo en el mundo actual, incluso en nuestro propio país, Carmen, donde ya se ha constatado la presencia inaudita de un emplazamiento de espionaje ruso en nuestro país, junto con autoridades y elementos de seguridad de Cuba que también operan aquí, y con el beneplácito del Gobierno porque el Gobierno tiene una identidad ideológica con ellos. Entonces, eso nos remite al problema de fondo que es que México tiene que decidir y va a tener que decidir relativamente pronto, Carmen, de qué lado está, porque lo que no puedes hacer en este mundo de ideologías y de improntas políticas es querer sacar lo más posible del T-EMEC para tu beneficio con Estados Unidos y Canadá y fingir ser amigos de ellos, pero por el otro lado, ser el mejor amigo de los adversarios de Estados Unidos y Canadá, que es ser amigo de Rusia, de Cuba, de Venezuela, etcétera. Entonces, quien en realidad no se decide o no quiere decidir es México, y es por esto que tenemos esta política exterior, insisto, vergonzante, porque no decimos lo que realmente estamos haciendo, no lo admitimos, lo hacemos de manera vergonzante, suponiendo que los otros que nos miran de afuera no se enteran, y esa es la gran ingenuidad, porque todo el mundo sabe exactamente lo que estamos haciendo y lo que estamos pensando, y no engañamos a nadie, ni al norte ni hacia el sur.
Carmen Aristegui:
Hay varios puntos, Ricardo Pascoe, que nos estás dejando aquí. Déjame retomar un hilo de lo que acabas de mencionar al paso: el tema de Rusia.
Porque no es cualquier cosa. Ayer mismo en el programa se analizaba el reportaje del New York Times. Denise Dresser mencionaba el tema de este reportaje de María Abi-Habib en el New York Times, en donde habla de que el gobierno de López Obrador tuvo una lista de espías rusos y que México los dejó quedarse, y que Moscú ha intensificado estas operaciones encubiertas en México y que sus espías, dice el reportaje, se reúnen con sus superiores en su bulliciosa capital y en sus playas, según afirman funcionarios estadounidenses. Y va narrando la información que tiene el New York Times, hablando de cuando un general estadounidense declaró públicamente que México era refugio para espías rusos.
El entonces Presidente de México lo desestimó de inmediato: "No tenemos información sobre eso", dijo Andrés Manuel López Obrador a los periodistas al día siguiente, en marzo del 22. "No era cierto", dice María Abi-Habib, "porque los principales asesores habían recibido reiteradas advertencias desde Washington sobre el aumento de las actividades encubiertas de Rusia en México", según nueve funcionarios estadounidenses y mexicanos actuales y anteriores. Parte de lo que estamos aquí comentando, pues está publicado de esta manera. Así que estamos hablando de información directa que recibió López Obrador y que desestimó y permitió que continuaran aquí las personas identificadas como espías rusos. Ese es el tema.
Ricardo Pascoe:
Así es, Carmen. O sea, la verdad es que nos sorprendemos porque nos dejamos, no digo que ingenuamente, pero nos dejamos engañar, en realidad, por un discurso del gobierno de México, permitiéndole no decirnos la verdad. No nos habla con la verdad, nos habla engañándonos sobre la política exterior y sus verdaderas actividades, y después nos sorprendemos de que Morena recibió dinero de Venezuela para sus campañas electorales y México da dinero a Perú para su candidato y a Honduras para la candidata. Y hay una gran reciprocidad entre estas corrientes políticas, como también lo hace la derecha, no estoy diciendo que es una cuestión exclusiva de la izquierda. Pero lo que me parece que no debiéramos aceptar, Carmen, es esta política exterior que es vergonzante y que no admiten lo que realmente están haciendo y lo que no admiten a lo que le están tirando en este proceso. No lo explican y entonces lo que hay es una simulación de una política exterior de respeto a la autonomía y la toma de decisiones de los pueblos, etcétera, etcétera, pero sabemos perfectamente que no es real. Que los pueblos se determinan cuando votan por Maduro en Venezuela, y los pueblos engañan cuando votan por, no sé, ¿quién quieres?, Milei en Argentina, si tú quieres, o quizás este domingo por Kast, o próximamente, no sé si es este domingo o el próximo, pero domingo, este domingo en Chile.
La segunda vuelta en Chile es este domingo. Ajá, sí. Entonces, bueno, este es el tema, Carmen, me parece muy importante, y me parece que realmente ya es hora de quitar las máscaras y tener una política exterior expresa donde México ya no es ese factor de equilibrio que siempre jugó con mucha habilidad el PRI, hay que decirlo, incluso el PRI siempre fue muy capaz de ese equilibrio para aparentar o para presentarse como un factor de equilibrio y un buen componedor de conflictos. México ya no es eso, México ya es parte del lodazal, ya es parte del conflicto y está de un lado claramente, y debe dejar de fingir que no es así y asumir su posicionamiento. Y no lo hace, Carmen, por el TEMEC. Todo el tema está centrado en el tema del TEMEC. Este es, digamos, el oscuro objeto de deseo que está en medio de toda esta discusión y este engaño de la política exterior de México.
Carmen Aristegui:
Déjame hacer una pausa, Ricardo. Déjame un momentito y regresamos porque después de escucharte, por supuesto, se tiene que poner a la mesa Estados Unidos, que tiene lo suyo, hablando de intervención, hablando de elementos que están descuadrando, bueno, que están perfilando un paradigma a la usanza de la Doctrina Monroe, como acabamos de leer el documento del corolario de Donald Trump respecto a la Doctrina Monroe, y todo este conjunto de cosas que están ocurriendo. Hablemos también de eso. Déjame hacer una pausa y pregunto qué piensas de esta parte de la historia.
Ricardo Pascoe:
oscuros de la gestión diplomática, sino ser absolutamente transparentes y claros. Si nosotros no somos transparentes y claros, ¿qué podemos esperar de Estados Unidos? No hay reciprocidad en ese caso. Entonces, es un reto de replantear el paradigma interno nuestro, de no volvernos autócratas, pensando que la centralización, la eliminación de los contrapesos, el barrer con la Fiscalía autónoma para coordinarnos mejor, como dicen ellos, pero todo eso en el fondo lleva a un estado autocrático. La autocracia no es respuesta al intervencionismo estadounidense, porque no, ni tienen ellos autoridad moral, pero nosotros tampoco.
El tema es tener la autoridad moral para exigir una conducta distinta al gran país del norte, pero con base en instituciones democráticas sólidas, republicanas en nuestros países. Pero si estamos construyendo dictaduras, que es lo que estamos haciendo, Carmen, perdón que lo diga así, pero es lo que se está construyendo aquí en México, y es más allá del partido priista único, esto es más, esto es un modelo mucho más autocrático. Y defender a los autócratas de América Latina no es respuesta, no es la respuesta correcta al nuevo intervencionismo de Estados Unidos. Tenemos que recalibrar nuestra autoridad moral y política con buenas prácticas de gobierno, ser democracias reales, eficaces, y así poder resistir la intentona, la pretensión de que nos vengan a dictar qué es lo que tenemos que hacer para hacerlo bien nosotros. Y no lo estamos haciendo bien, como ellos tampoco lo están haciendo bien, y entonces estamos en el peor de todos los mundos, Carmen, y urge un replanteo a fondo del modelo de construcción de países para el futuro.
Carmen Aristegui:
Esto es lo que lo que tenemos que enfrentar ahora, me parece, Carmen. Sí, ahí está el tema y seguiremos hablando, Ricardo, si me lo permites. Gracias por tu presencia esta mañana y hasta la próxima.
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