Redacción
Históricamente, tanto militares como marinos han vivido bajo códigos de honor extremadamente rigurosos, donde la deshonra —ya sea por fallas en el deber, traición, corrupción o humillación pública— se considera una de las peores condenas personales y profesionales.
Para evitarla, han recurrido a diversas prácticas que, aunque varían según época y cultura, comparten un profundo sentido de sacrificio, silencio y lealtad institucional.
Prácticas históricas para evitar la deshonra
1. Suicidio ritual o simbólico
En muchas tradiciones militares, el suicidio ha sido visto como una forma de preservar el honor ante el fracaso o la vergüenza. Ejemplos clásicos incluyen el seppuku japonés, pero también en Occidente, oficiales han optado por quitarse la vida en contextos de escándalo, derrota o acusación.
2. Renuncia voluntaria antes del escándalo
Muchos oficiales han preferido dimitir antes de enfrentar procesos judiciales o administrativos, como una forma de evitar que la institución se vea afectada o que su nombre quede manchado públicamente.
3. Autoexilio o retiro silencioso
Algunos se retiran del servicio activo y se alejan de la vida pública, evitando declaraciones o confrontaciones, como una forma de asumir responsabilidad sin generar más daño.
4. Actos de reparación simbólica
En ciertos casos, se han ofrecido disculpas públicas, donaciones, o participación en misiones de alto riesgo como forma de redención.
5. Lealtad institucional absoluta
En contextos donde la deshonra proviene de conflictos internos, muchos militares han optado por guardar silencio, asumir culpas colectivas o proteger a sus superiores, incluso a costa de su reputación personal.
6. Negación y ocultamiento
En regímenes autoritarios o momentos de crisis, la deshonra se ha evitado mediante la manipulación de narrativas oficiales, ocultando hechos o desviando responsabilidades.
Ejemplos históricos
- En México, durante el Porfiriato y la Revolución, oficiales que eran derrotados o acusados de traición solían retirarse del servicio o buscar redención en el campo de batalla.
- En la Marina mexicana, el legado de honor ha sido tan fuerte que incluso en casos de corrupción o escándalo, los implicados han optado por el silencio institucional o el retiro inmediato.
- En otros países, como Japón, Alemania o Rusia, la deshonra ha estado ligada al concepto de honor militar, donde el suicidio o el sacrificio en combate eran preferibles a la humillación pública.
La deshonra en el ámbito castrense no es solo personal: se percibe como una mancha sobre la institución, la bandera y el juramento. Por eso, las respuestas suelen ser extremas, silenciosas y cargadas de simbolismo.
El peso de los códigos militares
En los códigos militares mexicanos, la traición, la deshonra y el honor son conceptos tratados con extrema seriedad, reflejando una tradición castrense que exige lealtad absoluta, disciplina férrea y conducta intachable. Estas ideas están plasmadas principalmente en el Reglamento General de Deberes Militares, así como en el Código de Justicia Militar.
Sobre la traición a la patria
Según el Código de Justicia Militar (https://www.infobae.com/mexico/2024/01/30/que-pasa-si-un-soldado-traiciona-a-las-fuerzas-armadas-mexicanas-esta-es-la-pena-que-corresponde-a-ese-delito-del-orden-militar/), se considera traición cuando un militar:
- Se vincula con organizaciones delictivas.
- Proporciona información, recursos o protección a grupos criminales.
- Usa bienes, personal o conocimientos militares para favorecer a delincuentes.
- Incumple su deber de proteger la soberanía y seguridad nacional.
Este delito puede ser castigado con penas severas, incluyendo prisión prolongada, degradación y expulsión del servicio.
Sobre la deshonra militar
El Reglamento General de Deberes Militares http://www.diputados.gob.mx/documentos/Defensa/48.pdf) establece que:
- El militar debe encontrar en su propio honor el estímulo para cumplir con exceso sus deberes.
- La disciplina se basa en la obediencia, el honor, la justicia y la moral.
- El servicio de las armas exige llevar el cumplimiento del deber hasta el sacrificio, anteponiendo el interés nacional al personal.
El Artículo 43 del reglamento señala que: “Los miembros del Ejército, sin excepción, tienen el deber de rehusar todo compromiso que implique deshonor, falta de disciplina o menoscabo de la reputación del Ejército… La palabra de honor debe ser inmaculada para todo militar que sepa respetarse y respetar a la Institución a que pertenece.”
Otros conceptos clave
-Subordinación y obediencia son principios vitales.
-Mandar y obedecer son actos igualmente nobles.
-El honor militar no se negocia ni se relativiza: se vive, se defiende y se preserva.
En resumen, el marco normativo militar mexicano coloca el honor como piedra angular de la identidad castrense. La traición y la deshonra no solo implican consecuencias legales, sino también una ruptura moral que puede marcar de por vida al individuo y afectar la reputación de la institución. #MetroNewsMx #GuanajuatoDesconocido
Publicar un comentario