La Saga
-Autoridades de EE. UU. sancionan a miembros de la facción de "Los Mayos" del Cártel de Sinaloa por narcotráfico y violencia.
-El Departamento del Tesoro de EE. UU. acusa a la diputada de Morena, Hilda Araceli Brown, de aliarse con el Cártel de Sinaloa.
-La Unidad de Inteligencia Financiera reacciona tarde, bloqueando las cuentas de los investigados solo después de que lo solicita Washington.
-La falta de inteligencia financiera en México permitió que una política vinculada con el narco se convirtiera en diputada federal.
-El subsecretario del Tesoro, John K. Hurley, viajó a México para "poner orden" en el combate contra el lavado de dinero.
-Hurley se reunió con la Asociación de Bancos de México y el secretario de Hacienda para combatir el lavado de dinero.
-EE. UU. ha sancionado a tres bancos mexicanos, ya que no están haciendo lo suficiente para evitar el lavado de dinero.
-Los políticos mexicanos están aliados con el crimen organizado, mientras que las autoridades no investigan los delitos financieros.
-El dinero del narcotráfico sigue corriendo en México, manchado de sangre y corrupción.
-La diputada Hilda Araceli Brown niega cualquier vínculo con el crimen organizado y dice que no le han notificado las sanciones.
Los trapos sucios no se lavan en casa, no se lavan en México. Tienen que venir las autoridades de Estados Unidos para obligarnos a lavarlos, para sacar nuestros trapitos al sol o como dijo el hermano de Andrés Manuel López Obrador, para ventilar toda la pudrición, que por cierto es muchísima. Desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca, el gobierno de Estados Unidos ha impuesto decenas de sanciones, ha congelado cientos de cuentas, ha embargado muchas propiedades para desmantelar las redes financieras de los cárteles mexicanos.
Es un trabajo que tendría que hacerse en nuestro país, pero por desgracia, desde que López Obrador sacó a Santiago Nieto de la dirección de la Unidad de Inteligencia Financiera, esta institución pues se convirtió en un florero. Poquísimas investigaciones verdaderamente relevantes, ninguna sanción importante a cárteles, a huachicoleros o a políticos corruptos. Pero eso sí, no fueran los estados bancarios de periodistas o de opositores, porque esos no solo los investigan, sino que los hacen públicos en las mañaneras, violando la ley y la privacidad y poniendo en riesgo, por supuesto, a la gente que ellos exhiben.
El día de ayer, la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció una batería de castigos contra la facción de los mayos del Cártel de Sinaloa. Son cinco personas y 15 compañías investigadas por estar relacionadas con narcotráfico, extorsión, secuestro, lavado de dinero y generación de violencia, en especial la guerra que se vive en Culiacán desde hace ya más de un año. Entre los sancionados se encuentra Juan José Ponce Félix, le llaman el ruso. Por quien la DEA está ofreciendo una recompensa de hasta 5 millones de dólares Dado que es uno de los líderes de los mayos en Baja California, que además ha dirigido el combate contra los chapitos. Además de ellos, castigaron a varios lugartenientes y operadores en Baja California, algunos de los cuales no solo traficaban drogas, sino que eran dueños de bares y hoteles que le servían para sus actividades criminales.
En particular, y pongan mucha atención en esto. El Departamento del Tesoro está señalando a la diputada de Morena, Hilda Araceli Brown, a quien acusan de haberse aliado con los mayos cuando fue alcaldesa del municipio de Rosarito. El asunto no es grave, es lo que le sigue de grave, es gravísimo. Tenemos a las autoridades estadounidenses acusando a una diputada morenista en activo de estar coludida con el crimen organizado, es decir, con una organización terrorista internacional.
Así es que por mucho que en Palacio Nacional se quiera negar lo contrario, los Estados Unidos sí están preocupados por el régimen de narcopolítica que se ha instalado en nuestro país. Horas después, la Unidad de Inteligencia Financiera anunció que instruyó un bloqueo administrativo para evitar que recursos de procedencia ilícita sean introducidos o dispersados. En otras palabras, de manera preventiva, la UIF bloqueó las cuentas de las personas y las empresas investigadas en Estados Unidos.
Tenemos a una Unidad de Inteligencia Financiera que casi no hace inteligencia, sino que reacciona a las órdenes de Washington. Habrá que esperar el resultado de estas investigaciones, pero el hecho de tener una institución así de perezosa o negligente pudo haber hecho que una política vinculada con el narcotráfico se haya convertido en diputada federal. Por su parte, ella, la diputada morenista, repito el nombre, Hilda Araceli Brown, negó cualquier vínculo con el crimen organizado y dijo que hasta este momento nadie le había suspendido cuentas, ni tampoco notificado de manera personal ninguna sanción en contra suya, o sea, como si no pasara nada.
Esto explica que las preocupaciones de la Casa Blanca no terminen ahí. Ayer viajó a México John K. Hurley, subsecretario del Departamento del Tesoro para el Terrorismo e Inteligencia Financiera. El objetivo de su visita: poner orden, porque sabe y lo dijo, que en nuestro país se lava dinero y que los cárteles siguen corrompiendo a los funcionarios. Se reunió con la Asociación de Bancos de México. Además, en la mañanera del pueblo de ayer, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que Hurley se reuniría con el secretario de Hacienda, con Edgar Amador Zamora, para combatir el lavado de dinero.
Así es que no es casualidad que todo esto se dé a pocos meses de que el Departamento del Tesoro haya sancionado a tres bancos mexicanos. Acuérdense, Intercam, Sibanco y Vector, este último propiedad de Alfonso Romo, quien fue mano derecha del expresidente López Obrador. Lo que Estados Unidos quiere es desarticular el sistema financiero de los cárteles, porque si no tienen dinero o liquidez, pues claro, las estructuras criminales caen por sí solas. El problema es que los bancos en México no están haciendo lo suficiente para evitar este lavado de dinero. Las autoridades mexicanas no están investigando los delitos financieros y los políticos están aliados con el crimen organizado.
¿Y por qué funcionan así las cosas? Pues porque en México todos sacan su tajada, su comisión de las actividades del narcotráfico, porque todos se benefician de la corrupción. Bueno, no todos, también está la gente de a pie, ustedes que me ven, que me acompañan, que sufren las extorsiones, las desapariciones, los asesinatos y por esos, por lo visto, nadie ve, no le interesan a nadie, porque hasta ahora el dinero sigue corriendo sin importar que esté absolutamente manchado de sangre. Yo soy Adela Micha #MetroNewsMx
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