L.E. Carlos Ulises Centeno López
Si bien la etimología de la palabra "democracia" proviene del griego antiguo "demokratía", formada por "demos" (pueblo) y "kratos" (gobierno o poder). Esto significa, literalmente, "gobierno del pueblo".
Me di a la tarea de preguntar a unas 30 personas, en la calle, el súper, con amigos, si sabían qué pasaría el próximo 1 de junio en nuestro país, la gran mayoría me dijo; no, ¿qué hay?, no más de 5 personas creía saber que habría elecciones y sólo una afirmó de qué se trataba.
Desde 2022, la lucha por la defensa del INE, puso de manifiesto la importancia de la pluralidad, la democracia y nuestro derecho a disentir.
México vivió el 2 de junio de 2024 las elecciones más grandes de su historia, en las que se renovaron más de 20,000 cargos, incluyendo la Presidencia de la República, los 500 diputados, los 128 senadores y 9 gobiernos estatales, aunque pese a las largas filas en las casillas de votación se habría registrado una alta tasa de abstencionismo.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional Electoral (INE), con corte al 27 de marzo de 2024, la lista nominal de electores la conformaban 99,084,188 personas, de las cuales habrían acudido a votar entre 60 y 61.5%, es decir, entre 59,450,513 y 60,936,775 de personas. Es decir, no votaron entre el 38.5 y 40%, equivalente a 38,147,412 y 39,633,675 personas, y eso que se trataba de la elección de la presidencia de la república, ¿qué podemos esperar del próximo domingo.
Investigando un poco sólo los países Suiza, Estados Unidos, Japón y Bolivia son los que eligen a su Poder Judicial, tres de ellos eligen de manera parcial es decir eligen jueces locales, los magistrados son nombrados por el parlamento, el senado o el presidente. Sólo Bolivia define mediante el voto popular todos los cargos judiciales.
Yo me pregunto, ¿este nuevo método para integrar el Poder Judicial en nuestro país será en beneficio de la ciudadanía?
En noviembre de 2024 el INE aprobó un presupuesto de 13 mil 205 millones de pesos para elección del Poder Judicial y aunque pareciera irónico supera el presupuesto de la elección federal 2024, que comprendió la renovación de la Presidencia y todo el Congreso de la Unión, y cuyo costo fue 8 mil 800 millones de pesos.
En los últimos días, hemos sufrido la invasión de publicidad que busca “motivar” la participación ciudadana, pero así cómo muchos no saben del proceso electoral menos por los candidatos en esta extraña formula del llenado de las boletas electorales.
Según el INE: “Una vez concluida la votación, será la presidencia de la casilla la que coordinará a las y los escrutadores, quienes, a la vista de todas las personas funcionarias presentes, auxiliarán para extraer las boletas de la urna única, las clasificarán por elección, las contarán, registrarán el total de boletas sacadas de las urnas en el acta y las ingresarán en la bolsa correspondiente, según el cargo.
Posteriormente, las personas secretarias llenarán y firmarán el Acta de la Jornada Electoral, clasificación y conteo, y constancia de clausura de la casilla seccional, con la cantidad de boletas recibidas, el total de personas que votaron, la clasificación y conteo de las boletas con los votos por cada uno de los tipos de elección, así como la hora de clausura de la Casilla Seccional.”
Quiero entender y es preocupante y más sabiendas de nuestro pasado electoral, esta elección judicial será la primera en donde los ciudadanos no realizarán el cómputo de los votos en casilla, sino que las boletas electorales serán clasificadas y trasladadas a los consejos distritales del INE para determinar cuántos votos obtuvo cada candidatura. ¿Existirá la capacidad y logística para “cuidar” las boletas de las 84 mil 021 casillas?
Existe incertidumbre si votar o no votar, si es sí que sea con convicción y conocimiento de quienes son las y los candidatos y su trayectoria judicial, no por imposición, “popularidad” o por desconocimiento y si es no, que sea por reflexión y coherencia. Recordemos que el Poder Judicial de la Federación está encargado de vigilar el cumplimiento de la Constitución y las leyes.
Ojalá no perdamos la libertad e independencia de los poderes de la unión, ojalá no caigamos en México en un esquema de “votocracia”, ojalá no estemos en una “recesión” democrática, ojalá no sea esta una “pantomima” electoral, ojalá no reduzcamos la democracia a sólo votar.
Para un servidor la democracia es entre otras cosas: el voto en libertad, el sufragio universal, directo y secreto para la elección de representantes, una efectiva división de poderes, la aceptación del pluralismo político a través de la pluralidad de partidos, el respeto a la ley, es decir a las reglas del juego, como garantía de democracia, la existencia de seguridad jurídica como expresión del respeto a la ley, la posibilidad de la participación activa.
El voto por lo tanto no es sino uno de los componentes de la democracia, Toca construir y educar. ¡Tú decides!
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