Redacción
La decisión del 87% de los mexicanos electores de no participar en las votaciones del 01 de junio, refleja tal vez este desaliento; es un mensaje que en un ejercicio democrático no se puede pasar por alto y que los actores políticos tendrán que ponderar con madurez, inclusión y visión política, para corregir lo que sea necesario.
A través de un comunicado de prensa Prot. No. 257/25 de la Conferencia del Episcopado Mexicano, denominado "En la justicia y la verdad, encontramos la paz", tras el proceso electoral judicial, destacó que "el anhelo de justicia se encuentra en el corazón de todo ser humano y es el fundamento de toda sociedad que aspira a vivir en orden y en paz. Por tal motivo, cualquier esfuerzo por lograr el acceso pleno a la justicia, sobre todo para los más débiles, siempre será bienvenido".
Recordando el versículo 11 del Salmo 85, la CEM precisó que "la misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron".
"En este sentido," prosigue el documento, "una mejora del sistema de impartición de justicia es deseada por todos. Sin embargo, junto a muchos ciudadanos vimos con preocupación la aprobación de la reforma judicial y la aplicación de ésta para elegir ministros, magistrados y jueces puesto que hubo evidentes inconsistencias y confusiones, fruto de un proceso acelerado y no consensuado que provocó inquietud y desaliento".
"Más allá de la decisión personal de quienes acudieron a votar y de aquellos que optaron por abstenerse, así como la opinión sobre el proceso mismo, hoy es tiempo de construir caminos de encuentro, reconciliación y paz que renueven nuestra esperanza, tal como nos ha exhortado el Papa León XIV. Para que esto sea posible requerimos un sistema de justicia cualificado y autónomo. Hacemos votos para que quienes fueron elegidos asuman con honestidad, profesionalismo, independencia y amor a México su delicada misión de impartir justicia aplicando la ley imparcialmente".
"Exhortamos a las autoridades de los tres poderes del estado y de los tres órdenes de gobierno, con humildad y esperanza, a actuar con justicia e integridad respetando la autonomía de cada poder fortaleciendo el estado de derecho. Urgen artesanos de la paz, constructores de la esperanza, mexicanas y mexicanos a comprometidos por construir un México más justo y pacífico, donde todos encuentren la posibilidad de una vida digna; donde la justicia y la paz puedan palparse cada día con mayor viveza".
"Nuestra Madre Santísima de Guadalupe es testimonio vivo de que México puede caminar unido, en paz, respetándonos en nuestras diferencias y construyendo juntos un México que sea tierra de esperanza para todos. A ella confiamos la unidad de nuestra nación".
El documento tiene fecha 3 de junio de 2025 y está firmado por Mons. Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y por Mons. Héctor M. Pérez Villarreal, obispo auxiliar de México y secretario general de la CEM. #MetroNewsMx #GuanajuatoDesconocido
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