Redacción Editorial Metro News
Cuando el poder agrede, la impunidad se institucionaliza. Lo que está ocurriendo en la Fiscalía General del Estado de Guanajuato (FGEG) no son hechos aislados ni errores de protocolo: es una conducta sistemática, reiterada y profundamente preocupante que convierte a la institución encargada de procurar justicia en una maquinaria de intimidación contra la prensa.
En menos de dos meses, dos periodistas han sido agredidos física y verbalmente por funcionarios de la Fiscalía, incluyendo al propio fiscal Gerardo Vázquez Alatriste. Los casos de Erick Gutiérrez (septiembre) y Jessica de la Cruz (octubre) revelan un patrón de censura violenta, abuso de poder y desprecio por la legalidad.
Dos agresiones, una misma Fiscalía: El fiscal palmando al periodista
El 24 de septiembre de 2025, durante una entrevista en Irapuato, el periodista Erick Gutiérrez cuestionó al fiscal sobre fiestas privadas en instalaciones oficiales de la FGEG. La respuesta fue un gesto físico intimidante: el fiscal lo palmó en el pecho, lo miró con desafío y se negó a responder. El acto fue presenciado por otros reporteros y quedó registrado en video. El fiscal no pidió disculpas ni ofreció aclaración alguna.
Censura física durante entrevista: los excelentes "alumnos" del fiscal
El 30 de octubre, la periodista Jessica de la Cruz fue empujada y obstruida por Manuel Patiño, funcionario del área de Comunicación Social, mientras entrevistaba al mismo fiscal sobre la candidatura de Lucía Berenice Acosta Gómez. Patiño bloqueó físicamente a la reportera, intentó impedirle grabar y se negó a identificarse. El fiscal, nuevamente, no intervino ni condenó el acto.
¿Qué está enseñando la Fiscalía?
La Fiscalía de Guanajuato está haciendo escuela, pero no de justicia, sino de censura. Cuando el titular de la institución agrede físicamente a un periodista y semanas después un subordinado repite el patrón, estamos ante una cultura institucional de intimidación. No es casualidad. Es método.
- ¿Por qué el fiscal se siente con derecho a palmear a un periodista?
- ¿Por qué el área de Comunicación Social actúa como fuerza de choque?
- ¿Por qué no hay sanciones, disculpas ni protocolos claros?
Estas preguntas no son retóricas. Son exigencias ciudadanas.
Violaciones legales flagrantes
Tanto el fiscal como sus funcionarios violan la Constitución Mexicana en sus Artículos 6 y 7, sobre la libertad de expresión y derecho a la información. El mismo Código Penal de Guanajuato, en sus Artículos 220 y 222, con abuso de autoridad y lesiones. La Ley General de Responsabilidades Administrativas: Uso indebido de instalaciones públicas, falta de profesionalismo. Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas y la consiguiente activación obligatoria de protocolos ante agresión.
La Fiscalía no solo está violando derechos individuales. Está erosionando el Estado de Derecho.
Debe exigirse la destitución de Manuel Patiño por agresión y obstrucción al ejercicio periodístico. Están pendientes la sanción administrativa y penal al fiscal Gerardo Vázquez Alatriste por agresión física y omisión ante actos violentos. La intervención del Consejo de Protección a Periodistas y de la Procuraduría de los Derechos Humanos y los protocolos obligatorios de respeto a la prensa en actos públicos, con sanciones claras.
El olvido de la Fiscalía: La prensa no se toca
El periodismo no está para agradar al poder, sino para cuestionarlo. Y cuando el poder responde con violencia, la sociedad debe responder con firmeza. Lo que ocurre en Guanajuato es una señal de alerta nacional: si la Fiscalía agrede, censura y se burla de la ley, ¿Quién protege a los ciudadanos?
La Fiscalía debe ser garante de justicia, no promotora de impunidad. Hoy, está fallando. Y no lo vamos a callar. La prensa no se empuja. La verdad no se censura. La justicia no se burla. #MetroNewsMx
 

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