Redacción Editorial
-Regidor panista Martín Martínez de Tarimoro fue víctima de difamación y calumnia orquestada por funcionario de Morena del vecino municipio de Salvatierra.
-"El Tona", director de Comunicación Social de Salvatierra, usó su cargo y acceso a plataformas para difundir el ataque, lo que implica un grave abuso de poder.
-El Ayuntamiento de Tarimoro, gobernado por Morena, salió en defensa pública del regidor panista, certificando su inocencia ante la calumnia externa.
-El conflicto se deduce como una guerra sucia de carácter regional, orquestada desde una posición de poder en Salvatierra contra un objetivo político en Tarimoro.
-El ataque incluyó una mofa sobre su discapacidad y la acusación de recibir dinero para una prótesis, lo que agrava la ofensa moral y ética.
-La acción es considerada una violación a los derechos humanos y un acto de discriminación por intentar exponer la condición de discapacidad del regidor.
-Martínez busca llevar el caso a la vía legal para crear un precedente que sancione el uso de la discapacidad como instrumento de desprestigio político.
-El atacante poseía "documentos sensibles" de Tarimoro, sugiriendo una filtración interna o sabotaje dentro de la propia administración morenista.
-El pseudo-medio "Guanajuato Sur Noticias" actuó como brazo operativo de la difamación al negarle el derecho de réplica, sin ética periodística mínima.
-La meta final es dañar la imagen del regidor de cara a futuros procesos electorales, utilizando una narrativa de traición a los más vulnerables.
La publicación de una fake news en un seudomedio "periodístico" de Salvatierra atacando a un regidor tarimorense y el desmentido del pleno en sesión del H. Ayuntamiento de Tarimoro, revelan una compleja trama de confrontación política y de supuesto uso indebido de recursos públicos, concentrada en dos municipios contiguos de Guanajuato, Tarimoro y Salvatierra. El núcleo del conflicto es un ataque de difamación y calumnia dirigido al regidor panista Martín Martínez, magnificado por la presunta participación de un funcionario de comunicación social del municipio vecino, Salvatierra, al que el regidor identifica como "El Tona".
La dinámica política de este caso es inusual y crucial
-La víctima y su partido (Tarimoro): Martín Martínez es regidor por el Partido Acción Nacional (PAN) en el Ayuntamiento de Tarimoro.
-El gobierno de Tarimoro: El Ayuntamiento está encabezado por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
-El presunto atacante y su partido (Salvatierra): "El Tona" ("Tonatiuh") es el presunto director de Comunicación Social e Informática de Salvatierra, municipio que se infiere está gobernado por Morena (por el contexto y el presidente José Daniel Sámano Jiménez).
El asunto interesante y mayor, lo sorprendente es que el ataque contra el regidor panista no proviene de la administración morenista de Tarimoro, sino de un funcionario de Morena del municipio vecino, Salvatierra. Más aún, la administración morenista de Tarimoro (alcalde y cabildo) actúa como defensora del regidor opositor, certificando públicamente su inocencia en una sesión de Ayuntamiento. Este acto sugiere que la calumnia fue tan burda o el ataque tan evidentemente externo que la mayoría oficialista de Tarimoro optó por la solidaridad institucional y humana antes que la ventaja partidista, validando la versión del regidor.
El conflicto se deduce como una guerra sucia de carácter regional orquestada desde una posición de poder en un municipio (Salvatierra) contra un objetivo político en otro (Tarimoro), utilizando al regidor como peón en un tablero político más amplio.
Ante esta situación que implica abuso de poder y ética en la comunicación pública, el rol de "El Tona" como director de comunicación social de Salvatierra es el punto más grave de la investigación periodística:
Lo anterior, porque se percibe un uso de la función pública para la guerra sucia: La evidencia que el regidor posee (mensajes de WhatsApp) donde "El Tona" admite haber recibido la información y no haber concedido el derecho de réplica, sumado a la confirmación de que trabaja en la Presidencia de Salvatierra, implica un abuso de su cargo. Un funcionario de comunicación social tiene acceso a plataformas, información y posiblemente recursos para difundir (o bloquear) mensajes.
De confirmarse, esto no es un acto de un ciudadano, sino de un funcionario que utiliza su posición para difamar, lo cual es una falta ética y administrativa muy severa. El otro detalle es la filtración o infiltración de información sensible. La entrevista en video, concedida por el regidor Martín Martínez a los periodistas de Noticias Bajío y Metro News indica que "El Tona" poseía "información de documentos sensibles de la administración del municipio de Tarimoro".
El "cabo suelto" en este asunto es: ¿Cómo obtuvo un funcionario de Salvatierra documentos sensibles de Tarimoro (que también gobierna Morena)?
Esto sugiere una filtración interna o una infiltración a las redes o archivos de Tarimoro, incluso dentro de la misma facción política de Morena. Esto abre la posibilidad de que la filtración haya sido un acto de sabotaje o desconfianza dentro de la alianza gobernante en la región.
El otro aspecto es la mescolanza de un "medio de comunicación" como propagandista. El "pseudo-medio" Guanajuato Sur Noticias, denunciado por el regidor Martín Martínez, actuó sin la ética periodística mínima (no entrevistar a la parte acusada, no verificar las pruebas), fungiendo presuntamente como un brazo operativo embozado desde la presidencia municipal de Salvatierra para la difamación, lo que desvirtúa su función y socava la confianza en la prensa local; y al tratarse de un funcionario nombrado por el alcalde, evidencia situación más graves en las que podría estar involucrado el mismo presidente municipal de Salvatierra, Daniel Sámano Jiménez.
Lo delicado: El agravio a la dignidad y derechos humanos por discapacidad
El ataque adquiere una dimensión aún más grave debido a la condición de persona con discapacidad del regidor Martín Martínez.
Se da una doble agresión. La acusación de recibir $150,000 para una prótesis, en el contexto de supuestamente votar en contra de apoyar a personas vulnerables (según la descripción original del video), convierte el ataque en una mofa y exhibición de su situación de discapacidad. La segunda agresión es la violación de derechos humanos. El entrevistador señala que esto podría configurarse como una violación a los derechos humanos y un acto de discriminación, al intentar exponer y ridiculizar la discapacidad del regidor para generar indignación pública y dañarlo moralmente.
El regidor entra así, con su declaración, de cara a la población y a medios de comunicación, a un lucha por un precedente. La intención del regidor de llevar el caso a la vía legal para crear un "parteaguas" (antecedente) es un acto de alta relevancia. Busca que la ley sancione no solo la calumnia política, sino el uso de la discapacidad como instrumento de desprestigio, sentando una base para la protección de otras personas con discapacidad en la función pública o ante ataques mediáticos.
Los "cabos sueltos y deducciones del conflicto
El primer "cabo suelto", el origen de la fuga. ¿Quién filtró los "documentos sensibles" de Tarimoro a un funcionario de Salvatierra? El hecho de que la información provenga de la administración de Tarimoro (aunque la ataque un externo) sugiere una traición o deslealtad interna en la estructura administrativa del municipio. Esto lleva a la deducción de que existe una facción o un individuo dentro de la administración municipal de Tarimoro (o cerca de él) que coopera o es el topo de "El Tona" y los operadores políticos de Salvatierra.
El segundo "cabo suelto", la inmunidad e impunidad del seudomedio: ¿Por qué no conceder el derecho de réplica, un derecho constitucional en México? La negación u omisión deliberada del derecho de réplica implica una arrogancia o una certeza de que el medio (y "El Tona") estaban actuando como operadores políticos, no como periodistas.
Así, se deduce que el seudomedio no teme a una sanción inmediata porque se siente protegido por el poder político detrás de él (la Presidencia de Salvatierra), léase presidente municipal Daniel Sámano Jiménez..
El tercer "cabo suelto" es la obligada defensa del panista por Morena: ¿Por qué la administración de Morena en Tarimoro defiende sin dar elementos contrarios al regidor de la oposición? El ataque de Salvatierra podría haber sido percibido como una intromisión externa e injerencia en la soberanía política de Tarimoro, obligando a una unidad institucional. Así el Ayuntamiento de Tarimoro busca aislar la injerencia de Salvatierra y desmarcarse de las prácticas de "guerra sucia" para limpiar su propia imagen.
El cuarto y último cabo suelto: La motivación final de "El Tona", es decir, ¿Cuál era el objetivo final? El ataque se produce después de que el regidor supuestamente votó contra una propuesta crucial del DIF. La intención es doble: desacreditar al regidor ante la opinión pública y exponerlo como un hipócrita ("doble moral") por su voto. La motivación es política-electoral (sin hacer a un lado la búsqueda personal de más posicionamiento e intereses económicos de "El Tona), es decir, dañar la imagen del regidor (y por extensión del PAN) en la región, de cara a futuros procesos electorales, utilizando una narrativa de traición a los más vulnerables.
El uso cínico del poder público
El caso es un ejemplo paradigmático de la utilización cínica y antiética del poder público y los medios digitales para la difamación política en México. La presunta participación del director de Comunicación Social de Salvatierra representa una traición al mandato de servicio público, al haber usado su posición para intentar destruir la reputación de un opositor con una narrativa especialmente cruel que instrumentaliza la discapacidad. #MetroNewsMx


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