Redacción
-Los datos del Índice Global de Crimen Organizado 2025 confirman la intensificación de las redes delictivas en el país, que alcanza los puntajes más altos en la diversificación de mercados ilícitos.**
-El país registra una puntuación de criminalidad de 7.68, un aumento de +0.11, consolidándose como el tercer foco más crítico de crimen organizado a nivel mundial.
-La economía criminal mexicana es la más extensa del grupo de alta criminalidad con un índice de 8.27, un reflejo de su alta diversificación ilícita.
-Las redes criminales en México alcanzan la máxima puntuación (9.00) en el tráfico de drogas sintéticas y de cocaína, mercados de alcance global.
-El control territorial y social es extremo: la extorsión, el contrabando de personas y el tráfico de armas también alcanzan la puntuación máxima de 9.00.
-El tráfico ilegal de recursos no renovables y el de armas mostraron el mayor crecimiento, con un aumento de +0.50 en sus respectivas puntuaciones.
-La brecha entre la alta criminalidad y la presumiblemente baja resiliencia institucional sugiere una fragilidad estatal ante la amenaza del crimen organizado.
El Índice Global de Crimen Organizado 2025 (OC Index) ha posicionado a México entre las naciones con los niveles más altos de actividad criminal organizada a nivel mundial. (https://ocindex.net/ )Según los análisis de este Índice, la puntuación -en una escala de 1 a 10- de Criminalidad de México es de 7.68, lo que representa un aumento de +0.11 respecto al periodo anterior, ubicándolo en tercer lugar mundial, dentro de la muestra de países más afectados, solo detrás de Myanmar y Colombia. Esta tendencia alcista sugiere que la actividad criminal no solo persiste, sino que se intensifica.
El rasgo más alarmante de la situación mexicana se observa en los análisis, es donde el país registra la puntuación más alta en Mercados Criminales con 8.27, un incremento de +0.13, lo que refleja una estructura criminal altamente diversificada. Cinco mercados ilícitos alcanzan la puntuación máxima o casi máxima de 9.00, lo que evidencia la penetración profunda del crimen organizado en la economía y el tejido social del país.
Específicamente, el tráfico de cocaína y el comercio de drogas sintéticas (principalmente el fentanilo), ambos con una calificación de 9.00, consolidan a México como un centro de producción y tránsito nodal para el mercado global de estupefacientes. Adicionalmente, el contrabando de personas y la extorsión y el chantaje también se sitúan en 9.00, señalando el control territorial de las redes criminales sobre las rutas migratorias y la imposición de un "impuesto" directo y sistemático a ciudadanos y negocios.
Otro punto de preocupación es el tráfico de armas, que también se sitúa en 9.00, habiendo registrado un crecimiento de +0.50. El mismo aumento de +0.50 se observó en el tráfico de recursos no renovables, un mercado que alcanzó 8.00, lo que indica una nueva y creciente diversificación hacia la explotación de la riqueza natural.
Otros mercados como el tráfico de personas (8.00), comercio de bienes falsificados (8.50), crímenes financieros (8.50) y crímenes ciberdependientes (8.00, con un aumento de +0.50) mantienen una presencia muy alta. El único mercado que mostró un ligero descenso fue el de la heroína, que pasó de 8.00 a 7.50.
Aunque los datos sobre Actores Criminales no incluyó a México en la parte superior del listado y otros datos obtenidos solo muestran a los países con mayor Resiliencia (como Finlandia con 8.42), la inferencia objetiva es que la Resiliencia de México es baja. Esta conclusión surge del abismo entre la extrema criminalidad (7.68) y la aparente incapacidad del Estado para contenerla.
Las cifras muestran el fracaso estructural del estado mexicano
La radiografía ofrecida por el Índice Global de Crimen Organizado 2025 no es una simple estadística; es una declaración lapidaria sobre el fracaso estructural del Estado mexicano para garantizar la seguridad y la soberanía territorial. La nota crítica debe ser profunda y objetiva: México no es solo un país con crimen organizado, es una plataforma criminal global con una diversificación ilícita que supera a gran parte de las naciones evaluadas.
El puntaje de 8.27 en Mercados Criminales y el ascenso general de la Criminalidad a 7.68 revelan que la estrategia de seguridad ha sido, en el mejor de los casos, ineficaz para desmantelar la capacidad financiera y operativa de los cárteles.
La calificación de 9.00 en cinco mercados clave es una señal de que el crimen organizado ya no opera solo desde la periferia, sino que ha cooptado funciones esenciales del Estado y ha establecido una sombra de gobierno en vastas regiones. El 9.00 en extorsión no es un dato de tráfico, es un indicador de control social absoluto, donde la ciudadanía vive bajo una estructura de terror que suple la seguridad pública con el "cobro de piso" criminal.
Igualmente, el 9.00 en el tráfico de armas y el incremento de +0.50 en la explotación de recursos no renovables sugieren que los grupos criminales no solo están adquiriendo armamento más sofisticado, sino que están expandiendo su control a sectores económicos estratégicos, volviéndose verdaderos actores económicos paralelos que desafían la soberanía financiera del país.
La conclusión más grave, aunque implícita en la data, es la crisis de Resiliencia institucional. Es objetivamente insostenible que una nación exhiba una criminalidad de este calibre sin que haya una falla sistémica en su gobernanza, sistema judicial y cuerpos policiales.
La incapacidad para revertir la tendencia al alza del crimen organizado, a pesar de los esfuerzos públicos, solo puede significar que la capacidad de respuesta del Estado es dramáticamente inferior a la capacidad de adaptación e infiltración de las redes criminales. Este índice no solo demanda un cambio de estrategia, sino una reafirmación fundamental de la autoridad del Estado para evitar la consolidación de un narcoestado funcional.
La situación general en América Latina
Se observan en la lista de países de América Latina las puntuaciones más altas en el Índice de Criminalidad del Índice Global de Crimen Organizado 2025 (OC Index).
La puntuación máxima posible es 10, donde el puntaje más alto indica una mayor influencia del crimen organizado.
Esta lista muestra la Puntuación de Criminalidad (2023–2025) y la variación respecto al periodo anterior.
-1. Colombia: 7.82 (Aumento de +0.07)
-2. México: 7.68 (Aumento de +0.11)
-3. Ecuador: 7.48 (Aumento significativo de **+0.41**)
-4. Paraguay: 7.48 (Disminución de –0.04)
-5. Honduras: 7.10 (Aumento de +0.05)
-6. Brasil: 7.07 (Aumento de +0.30)
-7. Venezuela: 6.97 (Aumento de +0.25)
-8. Panamá: 6.93 (Disminución de –0.05)
-9. Guatemala: 6.77 (Aumento de +0.17)
Observaciones de la Tendencia Criminal en la Región
Los datos del índice reflejan la intensidad del crimen organizado en la región y la dirección de su evolución:
Colombia y México se mantienen en la cima del ranking regional, con puntuaciones que los sitúan entre los tres países más afectados a nivel global. Ecuador registra el mayor deterioro en la región con un aumento de +0.41, lo que subraya una rápida escalada de la actividad criminal que lo ubica al mismo nivel que Paraguay.
Brasil (+0.30) y Venezuela (+0.25) también muestran un crecimiento preocupante en sus puntuaciones, indicando una expansión de las redes delictivas en sus territorios. Paraguay y Panamá son los únicos países en la lista que muestran una ligera disminución en su puntaje de Criminalidad (–0.04 y –0.05, respectivamente), aunque sus niveles base siguen siendo altos.
El mensaje del director de OC Index
Mark Shaw, director ejecutivo de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, señala que "el mundo se encuentra en una encrucijada en lo que respecta al manejo de las economías ilícitas. El crimen organizado está socavando la democracia, la soberanía de los Estados e incluso la paz y la seguridad internacionales. El orden basado en normas que ha prevalecido durante décadas está siendo ahora explotado por aquellos que no respetan las reglas. Los grupos criminales son algunos de los mayores beneficiarios".
"Las economías ilícitas reflejan procesos socioeconómicos, políticos y geopolíticos más amplios, porque los criminales son a menudo los primeros en adaptarse y aprovechar disrupciones como la competencia geopolítica, la rápida innovación tecnológica, los conflictos violentos, las guerras comerciales y la erosión de la democracia. Por lo tanto, el Índice Global de Crimen Organizado no es solo una herramienta para medir el crimen: es un espejo que refleja lo que sucede dentro de los Estados y en el sistema internacional".
"Dado que esta es nuestra tercera edición, ahora contamos con tres conjuntos de datos que nos permiten rastrear y comparar cómo han evolucionado los mercados y actores criminales durante los últimos cinco años".
"Entre los hallazgos que identifican los datos de esta edición del Índice se encuentra que ha habido varios cambios en la economía criminal global. Por ejemplo, las drogas sintéticas y la cocaína están dominando rápidamente los mercados mundiales de drogas. Esto demuestra la capacidad de los actores criminales para capitalizar los cambios en las preferencias de los consumidores, los avances tecnológicos en la producción y las redes de tráfico cada vez más interconectadas".
"Al mismo tiempo, este Índice muestra una tendencia significativa y de rápido crecimiento: un aumento en las formas no violentas de crimen, como los delitos financieros y los ciberdependientes. Estas formas 'invisibles' de crimen organizado dependen menos de los métodos violentos tradicionales o la corrupción, pero se han incrustado más en los sistemas financieros y digitales transnacionales. Y a menudo son más difíciles de detectar. A pesar de la ausencia de violencia en estas economías ilícitas, siguen causando un daño incalculable. El fraude financiero y los delitos ciberdependientes tienen altos costos para sus víctimas: individuos, empresas y Estados.
La falsificación, otro delito silencioso, también es cada vez más generalizada, según el Índice. La inflación, las economías débiles, la inseguridad laboral y las guerras comerciales están impulsando este mercado, ya que los consumidores con menor poder adquisitivo buscan productos más baratos.
El Índice de este año también muestra que, si bien los actores incrustados en el Estado son los actores criminales más prevalentes, una vez más, los actores extranjeros registraron el aumento general más pronunciado desde el último Índice en 2023. Esto sugiere que los grupos criminales son cada vez más móviles y que existe una cooperación transnacional más estrecha entre ellos. Los actores del sector privado también están desempeñando un papel cada vez más significativo en las economías ilícitas, particularmente como facilitadores de la actividad criminal, por ejemplo, en logística, finanzas y tecnología.
Además de analizar los mercados y actores criminales, el Índice mide la resiliencia. Mientras que muchos mercados criminales están experimentando un crecimiento, las puntuaciones de resiliencia parecen haberse estancado. Un ejemplo de esto es la cooperación internacional. Si bien este indicador generalmente supera a los otros 11 indicadores de resiliencia, un sistema internacional cada vez más fracturado y un retroceso del multilateralismo sugieren que los Estados están menos dispuestos a cooperar para luchar contra el crimen. Esta es una tendencia preocupante, sobre todo en este año en el que se conmemora el 25.º aniversario de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional.
Dicho esto, las trayectorias del crimen pueden cambiarse. Por ejemplo, el Índice muestra que, estadísticamente, al fortalecer áreas clave de resiliencia podemos reducir la influencia de los actores incrustados en el Estado sobre las actividades ilícitas en un grado medible, mientras que medidas de respuesta más sólidas pueden impulsar a las comunidades, e incluso a las sociedades, hacia una dirección más positiva.
El Índice es tanto un registro de vulnerabilidades como una herramienta para soluciones. Al trazar tendencias, riesgos y trayectorias en todos los países, el Índice proporciona una base para la acción para guiar reformas, fortalecer instituciones y empoderar a la sociedad civil. Su continuidad a través de las ediciones hace posible rastrear el cambio a lo largo del tiempo, ofreciendo no solo un espejo de las realidades actuales, sino también una brújula para las decisiones que se avecinan. Por lo tanto, invitamos a gobiernos, responsables políticos, la sociedad civil y actores internacionales a utilizar el Índice como una base de evidencia compartida para transformar el conocimiento en política y la urgencia en acción. #MetroNewsMx

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